Para destacar su poder y su asociación con los dioses, los faraones
usaban una vestimenta diferente a los nobles y a la gente común.
El tocado real llamado Nemes es un importante emblema real.
Originalmente, era un trozo de tela de lino atado en la parte posterior
de la cabeza. Las estatuas del rey Netjer-Jet o Zoser muestran que para
la Dinastía III los reyes habían comenzado a usarlo sobre sus pelucas.
El Nemes se convirtió en el tocado real hacia la Dinastía IV, plisado o
no sobre la cabeza, pero generalmente con un fino plisado tipo acordeón
sobre lo que se denomina tableado, o pliegues. La banda del Nemes se
colocaba estrechamente por encima de las cejas y se ataba hacia atrás
por debajo de la "cola", la cual no apareció hasta el Reino Medio. La
banda del Nemes se reforzaba con un trozo de material duro, como una
tira de cuero, y se ubicaba entre el Nemes y la frente. Esto servía
tanto para evitar que la tela del Nemes se manchara con el sudor o que
rozara contra las cejas.
La barba falsa pareciera que estaba unida a esta misma pieza de
material. Las representaciones del Nemes lo ilustraban rayado, tanto en
los relieves como en las pinturas, y la parte sin rayas era del mismo
color tierra que la figura.
Estas características pueden verse en la famosa máscara de rey
Tutankamón, y en las estatuillas Ushebti. De acuerdo con algunos
egiptólogos, los tocados Nemes hechos de lino podían haber sido
generalmente de un solo color.
Otra prenda característica es la falda real llamada Shendyt. Se
comenzó a usar en la Dinastía IV y fue variando muy poco a lo largo de
la historia egipcia. Se envolvía alrededor de cuerpo del rey en sentido
anti horario. La falda real estaba completamente cubierta con un fino
plisado tipo acordeón. Esta falda difiere de la falda divina, la cual no
lleva la pequeña pieza de tela que cuelga en la parte delantera.
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