Los
nombres de los grandes faraones del antiguo Egipto siguen siendo mencionados
en estos días, en cumplimiento a su búsqueda de la inmortalidad.
Tutmosis III, el faraón militar implacable, llevó a cabo
diecisiete campañas exitosas que transformaron a Egipto en la primera
gran potencia mundial. Su tía y madrastra Hatshepsut, cuya momia
fuera identificada recientemente, gobernó como faraón por
derecho propio y es considerada la primera gran mujer de la historia.
Su templo funerario en Deir-el-Bahari en el Valle de los Reyes es un monumento
magnífico con un estilo sorprendentemente contemporáneo.
Amenhotep III fue otro poderoso faraón del antiguo Egipto. Fue
el quien comenzó a levantar estatuas de grandes dimensiones, que
como los llamados Colosos de Memnón. Su hijo Akhenatón revolucionó
la religión y las artes egipcias durante su fugaz reinado de apenas
dos décadas, conocido como el período de Amarna. Su esposa
Nefertiti era tan hermosa, que su famoso busto de piedra caliza pintada
es un icono de belleza que aún influye en la estética de
la moda.
De esa época es también el joven rey Tutankamón,
por todos conocido gracias a los increíbles tesoros descubiertos
en su tumba en el Valle de los Reyes, hoy día la principal atracción
en el Museo Egipcio de El Cairo.
Pero al llegar a Egipto, un monarca se alza sobre todos los faraones
del Antiguo Egipto, y ese es Ramsés II, conocido también
como Ramsés el Grande. Ramsés gobernó Egipto cuando
éste ya era un poderoso imperio, y contribuyó a su gloria
personal mediante la construcción de enormes monumentos y estatuas
en su honor. Incluso se consignó estatuas de faraones anteriores
tallando su nombre y sus rasgos faciales sobre ellas. La Sala Hipóstila
en el Templo de Karnak fue un monumental proyecto iniciado por su padre,
Seti I, terminado por Ramsés II.
Sin duda, los monumentos más impresionantes de Ramsés el
Grande son los Templos de Abu Simbel, dos inmensas estructuras talladas
en la roca viva de las montañas de Nubia para honrar al dios Ramsés
y a su esposa favorita (tuvo muchas), la Gran Esposa Real Nefertari. Edificado
en la frontera sur del antiguo imperio Egipcio, el gran Templo de Abu
Simbel muestra cuatro imágenes sentadas del faraón de 18
metros de altura. Imagine el espanto que un ejército invasor debe
haber sentido al enfrentarse por primera vez con tan aplastante despliegue
de poder.
El título de "Faraón" nos viene de la pronunciación
griega de "per-aa", que significa "Gran Casa". El
rey de Egipto era la Casa Grande, el principal tutelar de toda la nación,
reverenciado como un dios viviente y proclamado como Hijo del Sol, la
encarnación divina de Horus.
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