A pesar del contínuo esfuerzo por ocultar los datos y los hallazgos relacionados con pirámides alrededor de todo el mundo, cada vez nos encontramos con más información digna de ser tenida en cuanta debido a sus relevantes descubrimientos.
En China encontramos construcciones bajo el mar, pirámides incluso enterradas o camufladas, cerradas a todo el mundo, intentando permanecer olvidadas.
A pesar de toda negativa del gobierno chino a que se investigue la presencia de estas pirámides, existe suficiente documentación histórica que conduce a la posibilidad de que algunas de estas construcciones fuesen realizadas durante el siglo III a.C. y más concretamente durante el período de reinado de Shi Huang-Ti de la Dinastía Qin (259-210 a.C.). De este personaje de leyenda, apodado el Emperador Amarillo, se ha escrito todo tipo de historias y fantasías. Pero lo que sí es cierto es que durante su gobierno, iniciado a la temprana edad de 13 años, fueron realizadas las mayores y más importantes construcciones de la historia de China. A él le debemos la edificación de la Gran Muralla China o el Ejército de Terracota desenterrado en su mausoleo, compuesto por 8.000 estatuas humanas, cada una con sus rasgos propios y docenas de caballos y carros descubiertos en 1.974. Pero tal vez una de sus más espectaculares obras fue la que describe el historiador chino Sseuma Ts’ien (135-85 a.C.). En ella empleó a 700.000 trabajadores en la construcción bajo una gran pirámide en el Monte Lishan de su tumba, cerca del mausoleo donde fue descubierto el Ejercito de Terracota. Bajo la pirámide, cientos de metros de galerías y pasillos repletos de los más increíbles tesoros rodeaban la cámara funeraria del emperador. Ordenó posteriormente recubrir toda la construcción de tierra y colocar plantas sobre ella para poder camuflarla como una elevación natural del terreno. Según Sseuma Ts’ien la pirámide alcanzaba los 48 metros (los mismos que Segalen dejó anotados en su diario en 1.913).
A principios de los 80 una expedición inglesa se adentro furtivamente a la zona de Xiang restringida por el gobierno con el fin de realizar análisis a la pirámide…se tomaron muestras del suelo y se descubrió una entrada tapada por una enorme losa cubierta de tierra y pasto…pero el hallazgo mas sorprendente lo hallaron en una excavación realizada en uno de los costados de la pirámide; de la fosa extrajeron una daga cubierta de herrumbre. Días mas tarde en el Museo de Londres la daga fue cuidadosamente analizada…los análisis arrojaron una fecha de ¡8.000 años de antigüedad sobre el objeto!
En 1990 una expedición buscaba fósiles de dinosaurios en una zona cercana a una pirámide. De pronto dieron con un antiguo cofre deteriorado por los siglos…en el interior hallaron una vieja tela, esta envolvía un objeto de metal…era una especie de cetro finamente labrado, y aunque parecía muy antiguo la herrumbre que lo cubría era muy poca, la analizarlo junto con la tela y el cofre y todos dieron una antigüedad entre 10.000 y 8.000 años de antigüedad. Además no se pudo identificar el metal del que estaba forjado el cetro…habían dado con un material desconocido por la ciencia moderna…
Las pirámides de Giza según creen algunos serían un acoplamiento a una antigua civilización perdida y además contarían con evidencia para probar esta creencia. Pero aquí la cosa se pone misteriosa ya que algunos estudiosos del tema hablan de una teoría de la conspiración con respecto a ocultamiento de información de secretos dentro de las pirámides.
Estas teorías de la conspiración llegaron a ser aún más extensas en 1993, cuando el Sr. Zahi Hawass anunció que la gran pirámide de Khufu debía ser cerrada al público por un año. La razón dada para el encierro era la limpieza, conservación y restauración de los compartimientos interiores en la gran pirámide.
Sin embargo, los creyentes en la conspiración afirman que las autoridades egipcias habían destapado evidencia de una civilización perdida en la pirámide y la excavaron secretamente.
Es difícil ser objetivos cuando la información con la que se cuenta ha sido manipulada y más aún con una manipulación que quita evidencia.
Si las pirámides son más antiguas de lo que se dice tradicionalmente, es probable que muchos otros sistemas de pirámides en el mundo también lo sean. Quizás son el vestigio de una antigua civilización globalizada como la nuestra, que sucumbió sin dejar rastros a excepción de sus inmensos monumentos, los cuales con seguridad seguirán en pie cuando nuestros monumentos más grandes se hagan polvo, haciéndonos pensar en la idea de Heráclito o Nietzsche, sobre el “eterno retorno a lo mismo”, esta tal vez no es solo una idea, sino un hecho que de constante repetición.
Las Pirámides Perdidas de Caral
Las pirámides de Caral son las más antiguas encontradas hasta la fecha en los Andes: datan de hace 5000 años (3000 a.C. aproximadamente). Construir estructuras de este tipo necesitó de un alto grado de tecnología y organización social para afrontar los problemas de su construcción y el elevado gasto de materiales y energía.
Esta antigua ciudad de pirámides fue levantada en la margen izquierda del río Supe sobre una gran terraza que está a 350 metros sobre el nivel del mar. Este sitio ocupa un área de alrededor de 65 hectáreas. El valle de Supe es una estrecha quebrada fértil que en éste lugar tiene un ancho máximo de 1.5 kilómetros y alberga a lo largo de su recorrido un gran número de otros sitios con pirámides contemporáneos con Caral como: Era de Pando, Lurinhuasi, Miraya, Allpacoto, Aspero, Chupacigarro, entre otros.
Los trabajos e investigaciones realizadas desde 1994 por el Proyecto Especial Arqueológico Caral - Supe (PEACS) dirigidos por la Dr. Ruth Shady han demostrado, con fechados en base al método de datación del carbono 14, que en tiempos tan remotos como hace 5000 años (3000 a.C.) Caral era una vibrante ciudad de monumentales pirámides.
Peculiaridad de la cultura de Caral
A raíz de las investigaciones de los yacimientos, se llegó a la conclusión de que Caral ejercía como capital económica de una amplia región gracias a su trabajo de agricultura, cuyos productos intercambiaba con los pescadores de la costa u otras poblaciones. Esto se entiende al comprobar la abundancia de restos de productos marinos en Caral, estando ésta a unos 20 km de distancia de la costa más cercana. La centralidad de Caral, a la vista de los estudios, fue ejercida de una forma completamente pacífica durante un periodo que podría ser de 500 a 1000 años, durante los cuales Caral no dejó restos de fabricación de armas, testimonios o evidencias de haber organizado un ejército o liderado una guerra sobre la que dejar constancia. Esta posibilidad ha sorprendido a investigadores de varios ámbitos que se interesaron por Caral. Ademas en la epoca tambien estaban los quipus que utilizaban como medio de mensajes para comunicarse.
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