El constructor de la Gran Pirámide conocía todas las dimensiones de la tierra y tenía el conocimiento de la ingeniería, astronomía y las matemáticas, algo que impresionaría mucho en una persona hoy en día. Si esta persona no tenía ninguna capacidad sobrenatural por sí misma, ciertamente estaba siendo asistido por Alguien que sí la tenía.
“En aquel tiempo habrá altar para Jehová en medio de la tierra de Egipto, y monumento a Jehová junto a su frontera. Y será por señal y por testimonio a Jehová de los ejércitos en la tierra de Egipto; porque clamarán a Jehová a causa de sus opresores, y él les enviará salvador y príncipe que los libre” Isaías 19:19-20
Durante una discusión en grupo sobre la Nueva Jerusalén, alguien formuló la pregunta sobre su configuración. Apocalipsis 21 solamente menciona que sus dimensiones son 2.240 kilómetros por lado y 2.240 kilómetros de alto. Para uno, una figura con esas dimensiones es un cubo. Sin embargo, alguien visualizó una pirámide, y si lo pensamos con cuidado, Juan bien pudo haber estado describiendo una pirámide también. Una cosa llevó a la otra y pronto el tema se centró en la Gran Pirámide de Giza.
La Gran Pirámide
La Gran Pirámide de Giza fue construida en el Siglo XXII a.C. Su construcción tomó 10 años de planificación y preparación, y 100.000 hombres pasaron 20 años completándola.
Es diferente a todas las otras pirámides en Egipto. Está hecha de piedra, no de ladrillo, y es la única que no es sólida. Tiene una serie de pasadizos que conducen a varias cámaras en su interior. Contrario a la opinión secular, las otras 80 o más pirámides que se construyeron después y son copias vulgares inferiores, y a diferencia de la Gran Pirámide, se utilizaron como grandes lápidas cubriendo las tumbas de los faraones (la Gran Pirámide nunca fue usada como una tumba.)
Puesto que se encuentra situada en la frontera entre el Alto Egipto y el Bajo Egipto (Giza quiere decir frontera en árabe) y en el corazón de los dos Egiptos, la Gran Pirámide pareciera estar mencionada en el pasaje anterior de Isaías. Y ya que el contexto de este pasaje se refiere a los últimos días, la conexión con la Nueva Jerusalén no puede estar tan jalada del pelo después de todo.
(Originalmente los dos reinos, el Alto Egipto y el Bajo Egipto se unieron para ser uno solo. El Alto Egipto queda en el sur y es más montañoso. El Bajo Egipto queda en el norte y estaba formado principalmente por la región del Delta del Nilo y las planicies adyacentes. El nombre bíblico para Egipto es Mizraim que literalmente quiere decir Dos Egiptos, puesto que es la forma dual de su raíz, Matzor. Mizraim era un hijo de Cam cuyos descendientes se establecieron primeramente en Egipto.)
Algunos detalles fascinantes
La Gran Pirámide fue construida sobre una base de 22.600 metros cuadrados con un desnivel de menos de dos centímetros. Se utilizaron más de 25 millones de metros cúbicos de bloques de granito en su construcción. Hoy día, los ingenieros no pueden explicarse cómo hicieron los operarios para colocar estos pesados bloques con tanto cuidado, al construir un monumento de cerca de 140 metros de altura. Algunos de los bloques más grandes pesan 80 toneladas.
Originalmente estaba recubierta con una capa pulida de piedra caliza que consistía en 115.000 piedras acabadas por sus seis lados con una precisión de 0,25 milímetros en sus lados perfectamente lisos. Cortados en bordes biselados se unían entre sí formando costuras de menos de 0,5 milímetros de ancho. Luego se cementaban y se pulían con un acabado de alto brillo. Se decía que la pirámide brillaba como si tuviera su propia luz y podía ser vista a cientos de kilómetros a la redonda.
Toda su estructura descansa sobre cuatro cimientos de bloques los cuales se ajustan entre unos recibidores cortados en la roca del subsuelo. Estos bloques están diseñados para compensar los cambios de temperatura. Mantienen la pirámide en cuadro y nivelada todo el tiempo, y de hecho es cuadrada en cada lado.
Su lado orientado hacia el norte es más exacto que la orientación de los edificios modernos, de tal manera que cada lado se orienta hacia los cuatro puntos cardinales. Su sombra predica los equinoccios y los solsticios.
Originalmente iba a tener una pieza de oro que coronaba la estructura, con la forma de la misma pirámide. Nunca se colocó porque los constructores rechazaron la idea. Solamente en una pirámide la piedra que la corona también es la cabeza del ángulo (Salmo 118:22 y Mateo 21:42).
Una única entrada en el lado norte conduce a un pasadizo que desciende 46 metros a una plataforma desde la cual desciende otros 60 metros hasta la base, trazando una línea con una exactitud de 6 milímetros en toda su longitud de 106 metros. El pasadizo, las cámaras y las ventilaciones fueron precortadas en los bloques de granito antes de ser colocados y aparecieron en su forma acabada cuando los bloques fueron colocados en su lugar.
En un día en la historia el ángulo de este pasadizo, mirándolo desde el fondo, apuntó directamente a la estrella polar, de tal manera que si se hubiera podido trazar una línea recta desde la pirámide hacia el cielo en ese día, esta línea cruzaba el centro de nuestra galaxia. Ese día fue el equinoccio de verano del año 2.141 a.C. Esta alineación sucede cada 26.000 años. Y como lo veremos más abajo, los constructores aparentemente conocían esto por adelantado y planearon su construcción de acuerdo a este detalle.
La Gran Pirámide también fue construida en el centro de la masa terrestre de la tierra. Iguales cantidades de tierra están contenidas en cada uno de los cuadrantes que salen de sus cuatro esquinas. Su altura de 138,4 metros es igual a la altura promedio sobre el nivel del mar de toda la tierra del planeta.
Los lados son cóncavos en su parte inferior. Su curvatura se ajusta a la curvatura de la tierra, de tal manera que si se traza un círculo y se extiende de cualquiera de dos de sus lados adyacentes, sería igual a la circunferencia de la tierra en el ecuador.
La unidad de medición utilizada en la construcción de la Gran Pirámide fue el codo sacro. A diferencia del codo estándar y del codo real referidos en la Biblia, su tamaño es de 63,5 centímetros, centímetro de pirámide. Estas unidades de medición fueron grabadas en la pared y pueden servir para descodificar las dimensiones de la pirámide. Por ejemplo, al multiplicar el codo sacro por 10 millones, se obtiene el radio polar de la tierra. Al multiplicar el peso total de la pirámide por mil billones (1 con quince ceros) se obtiene el peso del planeta tierra.
En el idioma hebreo cada letra tiene un valor numérico. La altura de la pirámide en pulgadas, es igual a la suma de todas las letras en el texto hebreo de Isaías 19:19-20 (5449 pulgadas, 138,4 metros). Unos tubos de ventilación mantienen la temperatura dentro de la pirámide exactamente a 68 grados Fahrenheit (20 grados Centígrados), la cual es la temperatura media de la tierra. Si es escalada por uno de sus lados, se sube una distancia de 9 pies por cada 10 pies de superficie (2,74 metros y 3,93 metros respectivamente).
Es la única pirámide que cumple con la Regla de Oro de la Arquitectura (cada componente hace una sola cosa) y el ángulo del sector del gráfico circular (”Pie Angle”) de 51 grados y 51 minutos. Estos principios matemáticos fueron “descubiertos” por los griegos miles de años después.
Contiene una sola pieza de mobiliario que es una caja del mismo tamaño que el Arca del Pacto, la cual está localizada en la cámara real, un aposento que tiene las mismas dimensiones cúbicas que la fuente de bronce del Templo de Salomón. Esta caja es apenas demasiado grande para caber a través del pasadizo, de tal manera que debe de haber sido colocada allí conforme la pirámide se construía, 1000 años antes de que Dios le diera a Moisés las dimensiones del arca.
El pasadizo principal desciende formando un ángulo de 26 grados 18 minutos y 9 segundos. Se le llama el ángulo de Cristo porque si se traza una línea desde la pirámide a Belén, su inclinación es de 26 grados 18 minutos y 9 segundos del verdadero norte. Al fondo de la entrada al pasadizo hay una cámara tallada ásperamente llamada el fondo del abismo. Juntos, el pasadizo y la cámara simbolizan la caída del hombre por el pecado de Adán, una caída gradual al infierno.
Los constructores grabaron en la pared, por adelantado, los datos claves para el equinoccio de invierno del año 2.141 a.C., que ha sido el único día en la historia cuando las estrellas se alinearon con la Gran Pirámide como se describió anteriormente. Quien sea que grabó estos datos antes de que eso sucediera, conocía que eso sucedería y diseñó las longitudes de los diferentes pasadizos para que sirvieran como líneas de tiempo para predecir eventos futuros de importancia. Por ejemplo, la distancia desde el marcador principal al lugar en donde el pronunciado pasadizo de baja altura para la cámara real se cruza con el pasadizo descendente de entrada, predice la fecha cuando la Ley fue dada en el Monte Sinaí. Simboliza la apertura de otro camino para el hombre, esta vez el de una subida dificultosa que lleva de vuelta a Dios. Subiendo a la cámara real, hay otro pasadizo que lleva a la cámara de la reina. La distancia a ese otro pasadizo equivale al año en que Jesús fue crucificado y simboliza el reposo de la dura manera de la Ley, el cual fue pagado en la cruz.
Entonces pareciera que la cámara de la reina representa a la Iglesia. La Gran Galería que queda justo antes de la cámara real, consiste en siete niveles formados con piedras de granito rosadas y pulidas, las cuales representan el Milenio. Y la cámara real representa la eternidad. Los aficionados a la pirámide le ven otras fechas importantes del cristianismo predichas por las longitudes de los pasadizos y cámaras, pero hasta ahora, la fecha de la Segunda Venida los ha esquivado.
¿Quién Construyó la Gran Pirámide?
Se desconoce la identidad del arquitecto, pero son tres los candidatos que se encuentran de primeros en la mayoría de las listas:
1. Eusebio cita a un historiador egipcio llamado Maneteo quien le atribuye su construcción a los Hicsos, o reyes pastores, que venían de Arabia y conquistaron Egipto sin hacer ninguna batalla, destruyeron sus templos paganos y convirtieron a Egipto al monoteísmo. Después de construir la Gran Pirámide, se fueron a Judea. Job, cuyo libro se encuentra en la Biblia, pudo haber formado parte del grupo. Una generación después, los egipcios regresaron al paganismo.
2. Algunas otras personas dicen que Enoc construyó la pirámide como un monumento antes del diluvio, igual que la cercana esfinge. Si se miden sus lados, de esquina a esquina, en codos sacros, el total es de 365,242, que es igual al número de días de nuestro año, y es la edad que tenía Enoc cuando fue raptado. (Debido a su naturaleza cóncava, hay tres maneras de medir un lado. Una manera es igual al año solar, como la anterior. La segunda es el año sideral, que es ligeramente más largo en 365,256, y la tercera es igual al año anomalístico de 365,259 días. Los dos últimos se utilizan más comúnmente en astronomía. Si eso no es lo suficiente asombroso para usted, tenga presente que ninguna de estas mediciones se aplicarían sino hasta 1.300 años después, cuando la longitud de la órbita terrestre aumentó en 5,25 días.)
3. El más popular es Sem, hijo de Noé. Sem sobrevivió a ocho de las primeras nueve generaciones después del diluvio, y aun sobrevivió a Abraham. Algunas personas creen que Sem era el sacerdote llamado Melquisedec en Génesis 14.
No importa cuál de estas opciones le atrae más a usted, lo cierto es que el constructor conocía todas las dimensiones de la tierra y tenía un conocimiento de ingeniería, astronomía y matemáticas que hoy día sería impresionante si alguien más los tuviera. Piénselo por un momento. Esta persona conocía el peso y la curvatura de la tierra, la irregularidad de esa curvatura en los polos, la localización y tamaño de cada masa terrestre y su altura sobre el nivel del mar, la temperatura media de la tierra, sus escalas de latitud y de longitud, la dirección exacta del verdadero norte, la localización de las estrellas, y el hecho de que 1.300 años más tarde la órbita de la tierra cambiaría, aumentándose en 5,25 días.
Él conocía cómo hacer que las cosas quedaran absolutamente niveladas, rectas y a escuadra, y también cómo pre cortar y colocar piezas gigantescas de piedra que cuando se ponían en su lugar, coincidían a la perfección, de tal manera que aun hoy día permanecen niveladas y a escuadra. Sabía cómo calcular los coeficientes de expansión y contracción y hacer las correcciones necesarias. Y la lista continúa. Si esta persona no tenía una capacidad sobrenatural, ciertamente fue asistido por Alguien que sí la tiene.
Creer por la evidencia
Igual que el Arca de Noé, la esfinge y otros, la Gran Pirámide puede ser la evidencia para una generación aun futura a nosotros. Su obvio diseño sobrenatural y su construcción la hacen un único testimonio a la Gloria de Dios.
En tiempos del Antiguo Testamento las personas obtenían y mantenían su creencia en Dios a través de la evidencia física de Su existencia. Dios producía terremotos, secaba ríos y mares, derribaba los muros de las ciudades, y enviaba fuego y granizo sobre Sus enemigos. Y todos podían llegar a Jerusalén para testificar de Su presencia a primera mano. Fuego del Cielo consumía el sacrificio sobre el altar. No importa de cuál dirección o con qué velocidad soplaba el viento, el humo del altar siempre subía recto al cielo.
Cada otoño, en la fiesta de Yom Kippur se le presentaba un carnero al Sumo Sacerdote para que los pecados del pueblo se transfirieran al animal. Mientras la gente observaba, se ataba a uno de los cuernos del carnero una cinta roja y el otro extremo de la cinta se ataba a la puerta del Templo. Cuando el carnero se llevaba al desierto se rompía esta cinta quedando un pedazo colgando de la puerta y otro pedazo del cuerno del carnero. En un lugar designado, se despeñaba el carnero para que muriera. En ese momento el pedazo de cinta que quedó colgando de la puerta del Templo cambiaba de color, de rojo a blanco, cumpliéndose así Isaías 1:18. “Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos”. Todas estas cosas eran plenamente visibles, una evidencia irrefutable de la presencia de Dios.
Creer por Fe
Cuando el Señor vino, todo eso cambió. Ya no hubo más eventos terribles para probar la existencia de Dios. El evento más grandioso había sucedido. Él había venido a morar entre nosotros. Después de Su muerte esa cinta roja nunca más volvió a cambiar de color. El domingo de Su resurrección Él se levantó del sepulcro habiendo conquistado el pecado y la muerte. Esa noche Él se les apareció a Sus discípulos en el aposento alto. Tomás estaba ausente y rehusó creerle a los demás. El siguiente domingo Él se les volvió a aparecer y esta vez Tomás estaba con ellos. “Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron” Juan 20:26-29
Benditos los que no vieron y creyeron. Él estaba hablando de Su iglesia y de las increíbles bendiciones que se pueden acumular en nuestro beneficio. La era para creer por fe había llegado.
Pronto la Iglesia va a desaparecer y el Señor nos dijo que conforme se acerca el fin, la gente en la Tierra va a volver a ver mucha evidencia sobre Su existencia. Será como en los tiempos del Antiguo Testamento de nuevo. Milagros obvios, grandes desastres naturales, un clima incontrolable, hasta que finalmente los cielos se abrirán y como destellos de relámpagos que son visibles del oriente hasta el occidente, todo ojo verá Su aparición gloriosa.
Durante el tiempo que nos lleva a Su retorno, podemos decir que el Arca de Noé, y los verdaderos monumentos originales como Stonehenge, la Isla de Pascua y otros serán conocidos como evidencias de la existencia de Dios. Y la Gran Pirámide será restaurada y una vez más se levantará en Egipto como el monumento y el testimonio al Señor del que Isaías profetizó, trayendo la salvación a la gente allí. “Y será por señal y por testimonio a Jehová de los ejércitos en la tierra de Egipto; porque clamarán a Jehová a causa de sus opresores, y él les enviará salvador y príncipe que los libre” Isaías 19:20
“En aquel tiempo habrá una calzada de Egipto a Asiria, y asirios entrarán en Egipto, y egipcios en Asiria; y los egipcios servirán con los asirios a Jehová. En aquel tiempo Israel será tercero con Egipto y con Asiria para bendición en medio de la tierra; porque Jehová de los ejércitos los bendecirá diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y el asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad” Isaías 19:23-25
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