Tiene las pirámides a la cabeza en sus referencias. El recorrido por sus etapas de paso en la civilización a través del Nilo, la visita a las ciudades con los monumentos y el descanso en el mar Rojo son el punto de mira en cualquier visita turística.
Hay varias etapas que se pueden contar dentro de la historia del país. En la parte faraónica hubo XXX dinastías en períodos e imperios. Durante la prehistoria no se sabe cuando aparece el nombre del Valle del Nilo pero algo se conoce de los asentamientos durante el Paleolítico y el Neolítico y de cómo se cambian con el clima para formar los primeros núcleos urbanos.
Durante el Periodo Predinástico, los pobladores se sitúan al norte en el Delta y al sur en Hieracómpolis con los reyes Escorpión y Namer. Luego se pasa al período tinita con los reyes de la ciudad de This, de emplazamiento de referencia en la zona de Abidos. Con el faraón Menes comienza la época Protodinástica para más de tres siglos.
En el Imperio Antiguo el poder se centraliza entre monarcas discretos y débiles soberanos. El faraón Zoser pone la capital en Menfis y se crea la III Dinastía en la que comienzan las pirámides y así se destacó la primera pirámide escalonada de Saqqara, formada por una serie de mastabas superpuestas y creada por el arquitecto Imhotep.
Snefru se encarga de recubrir la pirámide de Meidum, construida por Huni durante la IV Dinastía y se levantan las pirámides de Dashur. Con su muerte, su hijo Keops construye la primera de las tres pirámides de Giza, que se completa con las de los siguientes faraones, Kefren y Micerinos.
Userkaf fundó la V Dinastía y en este período se da importancia al culto del dios solar, del cual el faraón se considera su hijo en la tierra. Los faraones Sahure, Neferirkada y Seuserra levantaron sus pirámides en Abu Sir y el último faraón, Unas construye la pirámide con grabación en las paredes. En la VI Dinastía se ven tendencias independentistas y Teti, Pepi I Merenre y Pepi II relizan las pirámides de Saqqara.
Desde el siglo VII a la X Dinastía comprende el Pimer Intermedio. Hubo dinastías que duraron pocos años y los faraones de la IX y X se establecieron en Heracleópolis, mientras que en Tebas reinaba la dinastía local de Anjtifi.
Influencias
Con el Imperio Medio se desarrolla la lengua y la literatura y los principes de Tebas reestablecen el poder central y reunifican el país. Nebhepetra Menhutohep es el fundador de la XI Dinastía con paso a una gran prosperidad y control de todo el reino y Amenemheb I de la XII favorece la unidad nacional y junto a su hijo Sesostris I, que levanta fortalezas por toda Nubia y establece relaciones comerciales con el extranjero los siguientes continúan las conquistas y se levantan las nuevas pirámides.
Los soberanos del Segundo Período Intermedio fueron más débiles durante la XIII Dinastía, pero seguían manteniendo el control de Nubia y la administración del gobierno central. La Dinastía XVI reinó en la zona central y la XVII entre Elefantina y Abidos. El período armaniano, que tiene de protagonistas a los hititas tiene momentos de crisis y de esplendor. Ramsés II y Ramsés III conocen una buena etapa que desaparecerá en la XIX Dinastía hasta la XX con disturbios sociales y no es posible unificar el país hasta la XXVI Dinastía.
Toda la ambición por conquistar el país de despierta en los extranjeros, primeros en los persas en la XXVII Dinastía y luego en los griegos. Alejandro Magno se hace con el poder en el año 332 A.c. y Egipto se convierte en una provincia de Roma hasta la llegada del poder bizantino de Constantino que finaliza en el año con la invasión persa y luego en el 639 con la árabe y con el califa Omar se convierte en califatos.
La caída de Alejandría en el año 642 convierte al árabe en la lengua administrativa con altibajos en el poder entre los años836 y 1193, año de la muerte de Saladino, que había extendido el imperio hasta Mesopotamia y África Septentrional. Se da paso entonces a los sultanatos mamelucos y convierten a Egipto en provincia de Turquía, hasta que vuelven a recuperar el poder en el siglo XVIII.
Napoleón Bonaparte se hace con el país entre 1798 y 1803 por su esplendor comercial y luego los británicos entre 1803 y 1805. Luego estuvo en el poder el mercenario turco Mohamed Alí, hasta 1839 y por su parte Ismail, nieto de Saladino gobierna entre 1863 y 1873 y se inaugura el Canal de Suez en 1869 y la primera presa de Assuán en 1902 y vuelve como protectorado de Inglaterra entre 1914 y 1922 hasta la proclamación del rey Fuad I. Con posterioridad se funda la Liga Árabe y a partir de 1953 se proclama como República.
Pirámides
Una vez valorada la historia podemos iniciar la visita en El Cairo, ciudad que se puede contemplar como un museo abierto entre las mezclas de lo antiguo y lo moderno con sus barrios, calles, callejones y zocos. La capital se muestra como ciudad de culturas y gentes que han marcado las civilizaciones.
En primer lugar hay que visitar las pirámides. En la necrópolis de Giza, la de Keops inicia su levantamiento en tres fases y durante 30 años. En esta zona hay 300 tumbas. Tiene una base cuadrada de 23º metros de lado y altura de 137 y con casi tres millones de bloques de piedra que estuvieron recubiertos de arena, se considera una de las siete maravillas del mundo. Allí se encuentra la tumba de Henutsen, hermanastra de Keops y la de la reina Heteferes, la madre del faraón. De ella se tienen las primeras referencias en el siglo V a. C.
Al lado la de Kefren, hijo de Keops, en la que destaca la Esfinge o “Padre del miedo” de 20 metros de altura y 73 metros de larga que conecta por pasadizos con la pirámide. Luego la de Mikerinos con una altura de 66 metros y varias salas falsas. Su construcción se atribuye a la reina Nitocris, esposa del último faraón de la VI dinastía.
Por su parte en Sakkara, nos encontraremos con la necrópolis más antigua del Egipto de los faraones, en una meseta del desierto con 8 kilómetros. de larga y 2 de ancha y allí están distribuidas numerosas pirámides, mastabas y casas antiguas con nombre que deriva a la tribu de los Beni Sokar. La pirámide escalonada o de Zoser de la III dinastía es uno de los monumentos más antiguos del mundo.
Menfis, conocida por la capital más antigua de Egipto, del 3200 A.c. con su muestra arquitectónica y cultura nos dejará ver el coloso de Ramsés II hecho de piedra caliza con una longitud de 13 m y un peso de 120 toneladas y la Esfinge de alabastro de la dinastía XIX.
Además entre El Cairo y Beni Suef hacia El Fayum hay una ruta de pirámides, que no se encuentran en buen estado, entre ellas la de Rohja, la Romboidal, la de Masghuna y Seila con la de Sesostris I que forma un complejo funerario.
Rutas
La capital como primera, en su centro tiene varios monumentos islámicos y cristianos. Su museo, único en el mundo alberga la tumba de Tu-ang-Amón y la historia faraónica durante siglos. Por otra parte, hay que dar una vuelta por el mercado oriental del siglo XIV Khan el Kalili para ver la tiendas de joyas de oro, plata, madera, pieles y bordados, esencias y otros productos.
A 125 kilómetros se encuentra el Oasis de El Fayum y sus diferentes tonalidades de colorido verde que forma el entorno de su flora, paisaje, museo y pueblos. A la entrada se encuentra el Obelisco de Sensurt de la XII dinastía, restos de las pirámides en Hawara, y Lahum a las afueras con la fuente de Silin.
En dependencia del tiempo de estancia en el país, son muchas las rutas que valoran siete mil años de historia constatada, diferentes culturas con su legado, en especial el imperio faraónico, el grecorromano y los comienzos del cristianismo.
Cabe destacar Luxor, antigua capital del reino durante el imperio nuevo a 670 kilómetros al sur de El Cairo, con una gran riqueza y arquitectónica y cultural. A través una de las dos orillas del Nilo, se puede ver el templo de Karnak, rodeado por una muralla de adobe de unos 2.400 metros de perímetro. El templo de Luxor se construyó en la época de Amenhoteb III y aparecen monumentos de la época faraónica, grecorromana, copta e islámica y la mezquita de Hagag.
Por la otra orilla El Valle de los reyes con tumbas desde la dinastía XVIII a la XX y el Valle de las Reinas con la tumba de la reinas Ti y Nefertary, además del templo de la reina Hatchepshut, También el Valle de los Nobles con sus tumbas y el templo de Ramsseum.
Se puede llegar hasta Esna para ver las esclusas y su templo y hasta los templos de Edfu y Kom Ombo.
Assuan por su parte es otra ciudad con un importante legado cultural. Hay que visitar el museo de nubia que incluye 3000 piezas que representan las épocas prehistórica faraónica, ptolemática, copta e islámica. La isla Elefantina separa al Nilo en dos canales opuestos y tiene restos de los templos de Jnum y Sater. Merecen reflejar el Obelisco Inacabado, el Mausoleo de Aga Khan y el templo de Philae.
Dos templos que causan impresión, se encuentran en Abú Simbel, que fueron trasladados a este lugar después de una obra patrocinada por la UNESCO. En El templo de Ramsés II hay 4 estatuas, una de ellas suya y en el de Nefertary la dedicatoria es para su esposa y la diosa Hathor.
En la zona del Mediterráneo, la ciudad de Alejandría se conoce como la perla. Fue capital del país en la época grecorromana y conocida por su faro construido en el siglo III a. C. y de tránsito en el comercio mundial. Hay que visitar la columna de Pompeyo, las catacumbas de tres niveles con relieves y estatuas del siglo II A.c. , el museo grecorromano con esculturas de bronce y madera del siglo III a. C. y monedas de la época del califato y otros monumentos islámicos como la mezquita de Abu Al Abbas.
La mejor manera de hacer la visita es con un recorrido en barco por el Nilo y parada en los puntos de interés a lo largo de toda la historia y si tenemos tiempo para descansar, algo bueno son las costas del mar Rojo. Se conocen por el desarrollo de los deportes acuáticos, disfrutar de las playas, el solo y los fondos marinos con sus corales. La zona de Sharm el Sheikh puede ser una de las mejores recomendaciones.
Durante el Periodo Predinástico, los pobladores se sitúan al norte en el Delta y al sur en Hieracómpolis con los reyes Escorpión y Namer. Luego se pasa al período tinita con los reyes de la ciudad de This, de emplazamiento de referencia en la zona de Abidos. Con el faraón Menes comienza la época Protodinástica para más de tres siglos.
En el Imperio Antiguo el poder se centraliza entre monarcas discretos y débiles soberanos. El faraón Zoser pone la capital en Menfis y se crea la III Dinastía en la que comienzan las pirámides y así se destacó la primera pirámide escalonada de Saqqara, formada por una serie de mastabas superpuestas y creada por el arquitecto Imhotep.
Snefru se encarga de recubrir la pirámide de Meidum, construida por Huni durante la IV Dinastía y se levantan las pirámides de Dashur. Con su muerte, su hijo Keops construye la primera de las tres pirámides de Giza, que se completa con las de los siguientes faraones, Kefren y Micerinos.
Userkaf fundó la V Dinastía y en este período se da importancia al culto del dios solar, del cual el faraón se considera su hijo en la tierra. Los faraones Sahure, Neferirkada y Seuserra levantaron sus pirámides en Abu Sir y el último faraón, Unas construye la pirámide con grabación en las paredes. En la VI Dinastía se ven tendencias independentistas y Teti, Pepi I Merenre y Pepi II relizan las pirámides de Saqqara.
Desde el siglo VII a la X Dinastía comprende el Pimer Intermedio. Hubo dinastías que duraron pocos años y los faraones de la IX y X se establecieron en Heracleópolis, mientras que en Tebas reinaba la dinastía local de Anjtifi.
Influencias
Con el Imperio Medio se desarrolla la lengua y la literatura y los principes de Tebas reestablecen el poder central y reunifican el país. Nebhepetra Menhutohep es el fundador de la XI Dinastía con paso a una gran prosperidad y control de todo el reino y Amenemheb I de la XII favorece la unidad nacional y junto a su hijo Sesostris I, que levanta fortalezas por toda Nubia y establece relaciones comerciales con el extranjero los siguientes continúan las conquistas y se levantan las nuevas pirámides.
Los soberanos del Segundo Período Intermedio fueron más débiles durante la XIII Dinastía, pero seguían manteniendo el control de Nubia y la administración del gobierno central. La Dinastía XVI reinó en la zona central y la XVII entre Elefantina y Abidos. El período armaniano, que tiene de protagonistas a los hititas tiene momentos de crisis y de esplendor. Ramsés II y Ramsés III conocen una buena etapa que desaparecerá en la XIX Dinastía hasta la XX con disturbios sociales y no es posible unificar el país hasta la XXVI Dinastía.
Toda la ambición por conquistar el país de despierta en los extranjeros, primeros en los persas en la XXVII Dinastía y luego en los griegos. Alejandro Magno se hace con el poder en el año 332 A.c. y Egipto se convierte en una provincia de Roma hasta la llegada del poder bizantino de Constantino que finaliza en el año con la invasión persa y luego en el 639 con la árabe y con el califa Omar se convierte en califatos.
La caída de Alejandría en el año 642 convierte al árabe en la lengua administrativa con altibajos en el poder entre los años836 y 1193, año de la muerte de Saladino, que había extendido el imperio hasta Mesopotamia y África Septentrional. Se da paso entonces a los sultanatos mamelucos y convierten a Egipto en provincia de Turquía, hasta que vuelven a recuperar el poder en el siglo XVIII.
Napoleón Bonaparte se hace con el país entre 1798 y 1803 por su esplendor comercial y luego los británicos entre 1803 y 1805. Luego estuvo en el poder el mercenario turco Mohamed Alí, hasta 1839 y por su parte Ismail, nieto de Saladino gobierna entre 1863 y 1873 y se inaugura el Canal de Suez en 1869 y la primera presa de Assuán en 1902 y vuelve como protectorado de Inglaterra entre 1914 y 1922 hasta la proclamación del rey Fuad I. Con posterioridad se funda la Liga Árabe y a partir de 1953 se proclama como República.
Pirámides
Una vez valorada la historia podemos iniciar la visita en El Cairo, ciudad que se puede contemplar como un museo abierto entre las mezclas de lo antiguo y lo moderno con sus barrios, calles, callejones y zocos. La capital se muestra como ciudad de culturas y gentes que han marcado las civilizaciones.
En primer lugar hay que visitar las pirámides. En la necrópolis de Giza, la de Keops inicia su levantamiento en tres fases y durante 30 años. En esta zona hay 300 tumbas. Tiene una base cuadrada de 23º metros de lado y altura de 137 y con casi tres millones de bloques de piedra que estuvieron recubiertos de arena, se considera una de las siete maravillas del mundo. Allí se encuentra la tumba de Henutsen, hermanastra de Keops y la de la reina Heteferes, la madre del faraón. De ella se tienen las primeras referencias en el siglo V a. C.
Al lado la de Kefren, hijo de Keops, en la que destaca la Esfinge o “Padre del miedo” de 20 metros de altura y 73 metros de larga que conecta por pasadizos con la pirámide. Luego la de Mikerinos con una altura de 66 metros y varias salas falsas. Su construcción se atribuye a la reina Nitocris, esposa del último faraón de la VI dinastía.
Por su parte en Sakkara, nos encontraremos con la necrópolis más antigua del Egipto de los faraones, en una meseta del desierto con 8 kilómetros. de larga y 2 de ancha y allí están distribuidas numerosas pirámides, mastabas y casas antiguas con nombre que deriva a la tribu de los Beni Sokar. La pirámide escalonada o de Zoser de la III dinastía es uno de los monumentos más antiguos del mundo.
Menfis, conocida por la capital más antigua de Egipto, del 3200 A.c. con su muestra arquitectónica y cultura nos dejará ver el coloso de Ramsés II hecho de piedra caliza con una longitud de 13 m y un peso de 120 toneladas y la Esfinge de alabastro de la dinastía XIX.
Además entre El Cairo y Beni Suef hacia El Fayum hay una ruta de pirámides, que no se encuentran en buen estado, entre ellas la de Rohja, la Romboidal, la de Masghuna y Seila con la de Sesostris I que forma un complejo funerario.
Rutas
La capital como primera, en su centro tiene varios monumentos islámicos y cristianos. Su museo, único en el mundo alberga la tumba de Tu-ang-Amón y la historia faraónica durante siglos. Por otra parte, hay que dar una vuelta por el mercado oriental del siglo XIV Khan el Kalili para ver la tiendas de joyas de oro, plata, madera, pieles y bordados, esencias y otros productos.
A 125 kilómetros se encuentra el Oasis de El Fayum y sus diferentes tonalidades de colorido verde que forma el entorno de su flora, paisaje, museo y pueblos. A la entrada se encuentra el Obelisco de Sensurt de la XII dinastía, restos de las pirámides en Hawara, y Lahum a las afueras con la fuente de Silin.
En dependencia del tiempo de estancia en el país, son muchas las rutas que valoran siete mil años de historia constatada, diferentes culturas con su legado, en especial el imperio faraónico, el grecorromano y los comienzos del cristianismo.
Cabe destacar Luxor, antigua capital del reino durante el imperio nuevo a 670 kilómetros al sur de El Cairo, con una gran riqueza y arquitectónica y cultural. A través una de las dos orillas del Nilo, se puede ver el templo de Karnak, rodeado por una muralla de adobe de unos 2.400 metros de perímetro. El templo de Luxor se construyó en la época de Amenhoteb III y aparecen monumentos de la época faraónica, grecorromana, copta e islámica y la mezquita de Hagag.
Por la otra orilla El Valle de los reyes con tumbas desde la dinastía XVIII a la XX y el Valle de las Reinas con la tumba de la reinas Ti y Nefertary, además del templo de la reina Hatchepshut, También el Valle de los Nobles con sus tumbas y el templo de Ramsseum.
Se puede llegar hasta Esna para ver las esclusas y su templo y hasta los templos de Edfu y Kom Ombo.
Assuan por su parte es otra ciudad con un importante legado cultural. Hay que visitar el museo de nubia que incluye 3000 piezas que representan las épocas prehistórica faraónica, ptolemática, copta e islámica. La isla Elefantina separa al Nilo en dos canales opuestos y tiene restos de los templos de Jnum y Sater. Merecen reflejar el Obelisco Inacabado, el Mausoleo de Aga Khan y el templo de Philae.
Dos templos que causan impresión, se encuentran en Abú Simbel, que fueron trasladados a este lugar después de una obra patrocinada por la UNESCO. En El templo de Ramsés II hay 4 estatuas, una de ellas suya y en el de Nefertary la dedicatoria es para su esposa y la diosa Hathor.
En la zona del Mediterráneo, la ciudad de Alejandría se conoce como la perla. Fue capital del país en la época grecorromana y conocida por su faro construido en el siglo III a. C. y de tránsito en el comercio mundial. Hay que visitar la columna de Pompeyo, las catacumbas de tres niveles con relieves y estatuas del siglo II A.c. , el museo grecorromano con esculturas de bronce y madera del siglo III a. C. y monedas de la época del califato y otros monumentos islámicos como la mezquita de Abu Al Abbas.
La mejor manera de hacer la visita es con un recorrido en barco por el Nilo y parada en los puntos de interés a lo largo de toda la historia y si tenemos tiempo para descansar, algo bueno son las costas del mar Rojo. Se conocen por el desarrollo de los deportes acuáticos, disfrutar de las playas, el solo y los fondos marinos con sus corales. La zona de Sharm el Sheikh puede ser una de las mejores recomendaciones.
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