ARQUITECTURA EGIPCIA
La arquitectura egipcia de piedra
natural muestra una monumentalidad y magnificencia extraordinarias que ilustran
la autoridad de aquella monarquía absoluta y poderosa.
La construcción de templos, pirámides,
mastabas, lo mismo que la experiencia en la medición de los campos , fomentó el
avance en los conocimientos matemáticos. Con la dinastía III se inició el empleo
masivo de la piedra rústica en la arquitectura funeraria.
Las pirámides fueron eje de grandes
complejos de piedra que integraban también el vecino templo funerario, un templo
en el valle y la calzada que los unía.
Esfinges egipcias. Los templos del
antiguo Egipto solían tener una avenida de esfinges de piedra que conducía a la
entrada de los mismos.
La arquitectura egipcia se caracteriza por
ser arquitrabada (no emplea el arco ni la bóveda) y colosal, pues sus
construcciones tienen un tamaño sobrehumano, sin atenerse a cánones de
belleza.
Es una arquitectura de líneas rectas que
proporciona la idea de eternidad, concepto este muy estimado por los egipcios
debido a sus creencias religiosas en la vida eterna.
El material que se utiliza es la piedra,
material muy duradero y del que Egipto posee buenas canteras (granito,
caliza...). Esta solidez y este tamaño de sus construcciones en piedra natural
explica el que las pirámides hayan sido la única de las Siete Maravillas del
mundo que se han conservado hasta nuestros días.
Reproducción egipcia en piedra de
mortero. Escena de cuádriga egipcia con guerrero.
El soporte utilizado, en la arquitectura
egipcia, es la columna, que recrea especies vegetales de Egipto en su fuste y
capitel: loto (lotiforme), papiro (papiriforme) y palma (palmiforme).
Destacan dos tipos de edificios de piedra
natural: la tumba y el templo. En el Imperio Antiguo destacan las tumbas
y en el Imperio Nuevo los templos. A lo largo de los 3.000 años que duró la
civilización egipcia hubo pocos cambios, aunque podemos encontrar una cierta
evolución.
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