jueves, 8 de marzo de 2012

El enigma de las piramides

La antorcha llega a tu ka, Osiris, Señor de los Occidentales; la antorcha llega a tu ka, Osiris N. El que anuncia la noche se presenta llegado el día; los Dos Hermanos de Ra (*1) llegan igualmente. Después de brillar en Abidos, (el dios) se presentó e hice que viniera el Ojo de Horus (*2), el cual centellea delante de ti, Osiris, Señor de los Occidentales; está sano y salvo delante de ti, brillando en tu frente. (El Ojo de Horus) centellea delante de ti, (Osiris) N; está sano y salvo delante de ti.
El Ojo de Horus es tu protección, Osiris, Señor de los Occidentales (y) constituye una salvaguarda para ti: rechaza a todos tus enemigos, todos tus enemigos son apartados de ti.
El Ojo de Horus es tu protección, Osiris N. (y) constituye una salvaguarda para ti: rechaza a todos tus enemigos; todos tus enemigos son apartados de ti. (El acude) a tu ka, Osiris, Señor de los Occidentales.
El Ojo de Horus es tu protección (y) constituye una salvaguarda para ti: rechaza a todos tus enemigos, todos tus enemigos son apartados de ti. (El acude) a tu ka, Osiris N.
El Ojo de Horus es tu protección (y) constituye una salvaguarda para ti: rechaza a todos tus enemigos; todos tus enemigos son apartados de ti. El Ojo de Horus acude, sano y salvo, emitiendo resplandores como Ra en el horizonte; eclipsa el poder de Seth que (éste) le había robado -(porque) fue él quien se lo volvió a llevar para sí- (y) dirige su fuego contra él en tu presencia. El Ojo de Horus, sano y salvo, come de su cuerpo para ti, y tú lo posees y tú lo alabas.
Notas:
(*1) Se alude a los dos Ojos de Ra
(*2) Aquí la llama de la antorcha queda identificada al Ojo de Horus.

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