miércoles, 4 de diciembre de 2013

EGIPTO

Historia de Egipto

El valle y el delta del Nilo, los fértiles parajes donde se desarrollará la cultura del Antiguo Egipto.
Los primeros pobladores de Egipto alcanzaron las riberas del Río Nilo, por entonces un conglomerado de marismas y foco de paludismo, escapando de la desertización del desierto del Sahara. Las primeras comunidades hicieron habitable el país, y se estructuraron en regiones llamadas nomos. Pasado el tiempo y tras épocas de acuerdos y disputas los nomos se agruparon en dos proto-naciones, el Alto Egipto y el Bajo Egipto, para quedar finalmente unificados por Menes hacia el año 3100 a. C., considerado por los antiguos egipcios el primer faraón.

Índice

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Prehistoria[editar · editar código]

Tras la progresiva retirada de las glaciaciones, se incrementaron los pastizales y las diversas poblaciones indígenas fueron concentrándose tras el proceso de desertización del Sahara. Existían diversas culturas indígenas identificables por sus diferentes utensilios, objetos cerámicos y ritos funerarios.
El periodo neolítico que comienza en Canaán hacia el 9000 a. C., llegará a Egipto sobre el año 5000 a. C. Las crecidas del río Nilo como consecuencia de las lluvias en sus fuentes y las torrenteras de arcilla procedentes de Etiopía dieron lugar a ricas y fértiles tierras de limo. Se conviene que hacia el 4000 - 3500 a. C. existió una unificación del territorio a través de las previas comunidades locales, los nomos: el Bajo Egipto, cuyas principales ciudades eran Buto y Sais y elAlto Egipto con capital en Hieracómpolis, adoptando como principal divinidad a Horus.
Conquistado el delta del Nilo, hacia el 3000 a. C., Menes, procedente de Tinis, será considerado por los épigonos de Manetón el fundador de la primera dinastía faraónica.

Historia Antigua: el Imperio faraónico[editar · editar código]

En el denominado Imperio Antiguo, durante la tercera dinastía, con Dyeser (Zoser), encontramos un dominio del arte y la arquitectura monumental en piedra. De esta época se datan las tres colosales pirámides de Seneferu, la Gran Pirámide de Guiza atribuida a Keops (Jufu) por Heródoto, con la inestimable ayuda de su hija, así como la de Quefrén(Jafra) y Micerino (Menkaura) en la cuarta dinastía. La capital se establece en Menfis y el periodo de mayor esplendor económico se desarrolló a partir del 2400 a. C. con la quinta dinastía. El comercio es fundamental: el trigo se cambia por madera de ébanooro y especias. La artesanía gozó de un gran auge.

Extensión del imperio[editar · editar código]

Posteriormente se vive un periodo de descentralización, en el que se llegan a formar pequeñas dinastías territoriales hasta la aparición de los príncipes de Tebas que vuelven a unificar el país y crean el llamado Imperio Medio que durará hasta 1700 a. C. En este momento el país se extiende desde las primeras cataratas del Nilo (Kush) al mar Mediterráneo, con una gran influencia en todo oriente y norte de África.
Gran Pirámide de Guiza en una tarjeta postal delsiglo XIX.
Aumenta la producción agrícola y hacia 1990 a. C., bajo el faraón Amenemhat I se alcanza el máximo desarrollo territorial y económico. En el 1830 a. C. se restablece el primer plan de regadíos en el Bajo Egipto que garantizará en el futuro reservas de agua que permitan los cultivos en la estación seca.
Al final de esta etapa se produce la penetración de los hicsos desde Palestina que se instalan en el Delta y se apoderan del gobierno con sus propias dinastías, aunque Kush y Tebas permanecen independientes, no siendo expulsados hasta el 1550 a. C. por Amosis I, con quien comienza el Imperio Nuevo. Con el faraón Amenhotep I hacia el 1500 a. C. el imperio recobra su importancia, a pesar de los graves costes que había supuesto el enfrentamiento con las tribus palestinas. Es el momento en el que se produce una extensión del imperio, donde gran parte de Kush queda bajo el poder autocrático del faraón así como buena parte de Siria y la ribera occidental del Éufrates por el norte. No obstante la fuerza de los hititas hará perder buena parte de los dominios norteños y mantendrá en jaque al imperio, al igual que los libios amenazaban por el Este y Sur. Con Ramsés II se produce la última época de poder absoluto de los faraones. Después le sucede un periodo caracterizado por la gran influencia y poder de los sumos sacerdotes de Amón, hasta tal punto que alrededor del 1000 a. C. dos dinastías se reparten el control del imperio, con la presencia en Tebas de los sacerdotes de Amón como herederos y gobernadores independientes, con el apoyo ocasional de los libios.
El proceso de descentralización es imparable, llegándose a contabilizar hasta veinte reinos distintos, gobernados por los nomarcas, absolutamente independientes a las puertas del 800 a. C. Los enfrentamientos entre los mismos eran constantes hasta que en el 715 a. C., Sabacon, procedente deKush, volvió a unificar bajo su mando buena parte de los nomos y reincorporó a Kush que llevaba 500 años de independencia. gracias a los dioses del antiguo Egipto

Periodo tardío[editar · editar código]

Esto no acabó con los procesos desestabilizadores procedentes de los asirios en el Norte y los etíopes en el Sur. El avance del imperio Persa hacia el 520 a. C. de la mano del rey Cambises II dio al traste definitivamente con el imperio faraónico y la dependencia de Egipto por vez primera de reyes extranjeros. Pero sería Alejandro Magno quien, en el 332 a. C. terminaría por conquistar el país.

La dominación griega y romana[editar · editar código]

Los Ptolomeos[editar · editar código]

Egipto cayó bajo la influencia de la cultura griega con la mera presencia durante menos de un año de Alejandro Magno que modificó completamente la organización persa y se hizo nombrar faraón. Muerto Alejandro, el general macedonio Ptolomeo I Sóter, que ya era gobernador según un reparto realizado por los propios generales alejandrinos, se proclama rey en el 305 a. C.
El Faro de Alejandría en dos monedas acuñadas en la época de Antonino Pío y Commodo
Ptolomeo y sus herederos instauran un modelo parecido al faraónico, la dinastía Ptolemaica, con clara división en castasque se distribuyen los trabajos en función de su origen: griegos, judíos y egipcios. El reino sigue dividido en nomos y se ejercerá una verdadera autocracia con un férreo control sobre todas las materias, especialmente la producción agrícola y con sistemas de arrendamientos para la explotación pues la tierra era del faraón. Se estableció el cupo de exportaciones necesarias por año y se centralizó la actividad crediticia en una sola entidad financiera propiedad de la corona. En el terreno militar se enfrentarán con la expansión en Siria, pero la creación de Alejandría convertirá a Egipto en un país con claros intereses en el Mediterráneo. Así, con los primeros Ptolomeos se conquista Chipre y otras islas griegas, estableciendo puertos en la orilla norte del mar.
Sin embargo, el modo de explotación territorial y personal no hará extender entre los millones de egipcios que pueblan el país un sentimiento de pertenencia al mundo helenístico. Las sublevaciones serán constantes y los enfrentamientos evidencian una manifiesta ruptura entre los dirigentes y la ciudad de Alejandría por una parte (que alberga sólo a un 4% del total de la población del país), y el resto por otra. La figura de Cleopatra VII, enfrentada dinásticamente a Ptolomeo VIIIEvergetes II, a pesar de lo literario y romántico de su historia personal con los generales romanos Julio César y Marco Antonio, no pudo evitar el fin de la dinastía, que es derrotada decisivamente en Accio en el año 31.

Roma[editar · editar código]

Bajo el dominio romano el prefecto se convierte en la máxima autoridad, dependiente sólo del Emperador. Las castas establecidas por la dinastía Ptolemaica se mantienen y aún se refuerzan, con la división del trabajo que prima a griegos y judíos y, ahora, los ciudadanos romanos. Los tributos en especie, sobre todo el trigo, serán fuente importante para Roma. La cristianización de la metrópoli se extenderá en su conquista de Egipto y el nuevo territorio del Imperio verá ascender al clero cristiano -especialmente al Patriarca de Alejandría- a los puestos más altos dentro de la nueva sociedad.

Edad Media[editar · editar código]

Bizancio[editar · editar código]

A la muerte de Teodosio el Imperio queda dividido hasta que en el año 476 Odoacro depone al último emperador del Imperio romano de OccidenteRómulo Augústulo. El Oriental, con capital en Constantinopla, consiguió mantenerse con las provincias de Grecia, Balcanes, Palestina, Siria y Egipto, estas tres últimas las más ricas que abastecían al resto.
Antioquía y Alejandría eran las ciudades más importantes, con un floreciente comercio y con artesanos dedicados a la creación de objetos de lujo para una aristocracia dueña de las tierras y sus rentas: la creación de latifundios como consecuencia de la crisis productora del siglo III se acentúa en este periodo con grandes concentraciones de tierras a las que no es ajena la Iglesia católica. En Alejandría proliferaban las escuelas, y en su biblioteca discutían filósofos cristianos y paganos.
Justiniano intentó poner orden, pero las provincias eran asoladas por milicias privadas que desafiaban la autoridad y saqueaban a los campesinos. Con todo, el problema principal era de tipo religioso, sobre todo en Egipto: Cuando el concilio de Calcedonia condenó el monofisismo mayoritario en Egipto, provocó una gran escisión: la ortodoxia era defendida por mercaderes y funcionarios relacionados con Constantinopla, mientras que el pueblo defendía a los monofisistas uniendo el rechazo a la autoridad (y al fisco) con la defensa de la lengua y cultura propia, fundándose entonces la Iglesia copta. A la muerte Justiniano en el año 565 la aristocracia local deja de sustentar el poder imperial, y la desunión facilita las invasiones. Bizancio mantenía una fuerte presencia militar con una flota en Alejandría, pero eso no fue obstáculo para que en el 618 el imperio persa hiciera una incursión en territorio egipcio hasta que Umar ibn al-Jattab conquistase en el 638 el país.

El Islam[editar · editar código]

En el año 634 fue elegido segundo califa Umar ibn al-Jattab, suegro de Mahoma, que comienza a expandir el Islam. En 639 conquistó Egipto, imponiendo un gobierno tolerante. Permitió a judíos y cristianos mantener sus prácticas religiosas y los eximió de servir en el ejército a cambio de impuestos especiales, la yizya y el jaray, y permitió los particularismos regionales. Esta política comprensiva explica la falta de resistencia a la penetración árabe. Por otra parte, la posición estratégica de Egipto le enfrentó con loscruzados cristianos y el Imperio mongol.
La guerra entre chiitas y sunitas dejó a Egipto del lado de estos últimos, y, tras la muerte de Alí, dependiente del califato de Damasco gobernado por los omeyas desde el año 661, 39 de la Hégira.
La llegada de los árabes supuso cambios en el sistema impositivo, gravándose mejor las rentas y las actividades comerciales; en la administración y el gobierno, mucho más saneados y en la agricultura donde se incorporaron nuevas técnicas de regadío que multiplicaron por dos el terreno cultivable.
Alejandría mantuvo su importancia estratégica y comercial y El Cairo creció espectacularmente, pasando de ser un simple fortín a una gran ciudad. No obstante, buena parte de los beneficios derivados de la buena gestión terminaron en manos de los sultanes, tanto de Damasco como de Bagdad.
Durante los primeros 300 años de incursión del Islam, se mantuvo un equilibrio con las religiones ya presentes en el territorio: cristianismojudaísmo y coptos. Pero la nueva religión islámica fue ganando adeptos entre los egipcios hasta convertirse claramente en la religión oficiosa, impregnando el modo de vida de toda la sociedad y quedando el resto en minoría.

Dinastía omeya[editar · editar código]

La familia Omeya era árabe de pura raza, y consideraba a los no árabes como musulmanes de segunda clase. No obstante, los más fieles fueron nombrados delegados del gobierno, e incluso se recurría a judíos y cristianos, que colaboraron en el desarrollo de las artes y en la traducción al árabe de los libros de filósofos, médicos y científicos griegos y latinos.
Damasco impulsó una nueva forma de artesanía, y organizó la administración pública: Se desechó el denario de oro bizantino para sustituirlo por el dinar y el dirham e impuso la lengua árabe paulatinamente. Su influencia también se notó en la arquitectura, con su máximo exponente en el Alminar, como el de la mezquita de El Cairo, ciudad a la que trasladaron la capital de Egipto.

Los abasíes[editar · editar código]

En el año 750, el 128 desde la Hégira, los abasíes acusaron a los omeyas de ser musulmanes indignos, hipócritas y corruptos, e invocando el rigor doctrinal los derrocaron. Su primer califa, Al-Mansur trasladó la capital a Bagdad. Protegieron la cultura, las artes, las ciencias y el comercio. La tolerancia religiosa consiguió la conversión de muchos no árabes al Islam, algo que no se había estimulado durante el califato omeya (o que incluso se había dificultado). Con los abbasíes la expansión del Islam fue mucho más rápida que en el pasado.

Los fatimíes[editar · editar código]

Caída de Jerusalén durante la Primera Cruzada en 1099
Los fatimíes, chiitas provenientes del Magreb, entraron en Egipto en 972, trasladando la capital del Imperio a El Cairo (Al-Qáhira, la Victoriosa) que llegó a ser considerada en el 969 como una de las ciudades más importantes del mundo.
El ascenso fatimí a los cargos de Estado dependía más del mérito que del linaje u otras causas, los sunníes tenían tantas probabilidades de ser nombrados a puestos de gobierno como los chiíes y la tolerancia se extendía hasta a los no musulmanes: cristianos y judíos podían ocupar niveles encumbrados del gobierno gracias a su capacidad.
El imperio siguió creciendo y floreciendo bajo el califa Al-Hakim, cuyo reinado empezó con la construcción de una gran mezquita en El Cairo (la Mezquita de Al-Hakim). Desgraciadamente enloqueció, promulgando leyes arbitrarias y acabando con la tolerancia hacia cristianos y judíos para quienes dictó leyes especiales.
Hacia el año 1010, El Cairo había superado a Bagdad en importancia, y el califato fatimí se extendía desde Siria y la península arábiga hasta el Magreb oriental (con el reino de los Ziries como vasallo). Egipto controlaba la puerta hacia el comercio en Asia y los puertos orientales del Mediterráneo, no sólo Alejandría, sino también los sirios. Desde aquí mantenía el comercio con la zona occidental en Barcelona y Valencia hasta el siglo XVI.
Después de 1060 el territorio fatimí fue reduciéndose hasta que apenas lo componía Egipto. Con la enfermedad y muerte del último califa fatimí, en 1171, Saladino sumó Egipto al califato abasí.

Los Mamelucos[editar · editar código]

Saladino.
En los momentos finales del califato fatimí el país estaba en crisis, por una parte amenazado por los cruzados, que habían ocupadoAscalón y amenazaban la frontera aliados con los bizantinos, y por otra en guerra civil entre los diversos aspirantes al cargo de visir.
Uno de ellos acudió a la corte de Damasco a pedir ayuda a Nur al-Din. Este envió un ejército al mando de Shirkuh, que en 1169 controlaba el país, actuando en parte como primer ministro del califa fatimita de Egipto en parte como gobernador y representante del Sultán sirio. Ese mismo año moría el general, siendo sustituido en el puesto por su sobrino, Saladino.
Saladino reformó la administración del país, aboliendo impuestos y reduciendo el desmesurado funcionariado, reorganizó el ejército, compuesto hasta entonces por mercenarios del Magreb que fueron sustituidos por tropas kurdas y turcomanas, e impuso su autoridad sobre el país. La enfermedad de Al-Adid, el último califa fatimí, impidió a éste seguir controlando las mezquitas egipcias, en las que se empezó a orar por el califa abbasí. Su muerte en 1171 supuso la reintegración definitiva del culto en Egipto a la corriente sunní, mayoritaria en el islam.
Amplió también las fronteras, conquistando la costa libia, el norte de Sudán y Yemen con la excusa de restaurar la ortodoxia religiosa (estos territorios estaban fuera del liderazgo espiritual del califato abasí, siendo para su doctrina herejes), y tomó los puertos y posiciones cruzadas en el Mar Rojo, asegurando su posición contra los estados cristianos.
Tras la muerte de Al-Adid, Egipto era en teoría vasallo de Nur al-Din pero en la práctica Saladino era el gobernador de facto: reconocía la autoridad del sultán de Siria, pero gozaba de total independencia en su gobierno de Egipto, debido a la lejanía entre Damasco y El Cairo, separadas por estados gobernados por los cruzados europeos.
Con la instalación de los mamelucos en El Cairo, comienza otra etapa en la historia de Egipto. No persiguieron a las iglesias coptas ni a las comunidades judías, aunque fueron guardianes del islam en el conjunto social. El final de la dinastía llegó con la derrota en 1517 ante Selim I, sultán del Imperio otomano, pero ya con anterioridad la pérdida del control del tráfico comercial con Asia como consecuencia de las nuevas rutas establecidas por Portugal y España tras el descubrimiento del paso de Cabo de Buena Esperanza y el Nuevo Mundo, había provocado una paulatina decadencia de Egipto. Así en 1517, las fuerzas otomanas son imparables y conquistan el país.

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