ZOSER, DJOSER, TOSORTOS: 2690-2670
a. C. - DINASTÍA III
Zoser
accedió al trono de Egipto tras la muerte de Zanajt
(el primer faraón de la tercera dinastía con
la que comienza el Imperio Antiguo), quien posiblemente fuera
su hermano. Parece ser que comenzó su reinado con problemas
de tipo político interno, que pronto superó.
Las luchas internas entre tribus habían finalizado
y todo el pueblo egipcio (en paz y unido), reconocía
al faraón como su caudillo. Aun así, con su
carácter fuerte, su voluntad férrea, y su autoridad
absoluta (aunque hombre justo), consiguió unir aún
más al pueblo junto a él. Las generaciones posteriores
lo reconocieron como hombre sabio, competente e inteligente,
siendo siempre homenajeado como gran monarca de Egipto.
Zoser fue el primero del que se tiene constancia utilizó
el klaft, un tocado de tela a rayas, y la barba postiza,
que a partir de entonces fueron signos de dignidad real.
Convirtió Menfis en la capital, aunque puede que ya
hubiera cumplido esa función en algunos momentos del
período tanita.
Zoser realizó expediciones al Sinaí con la
finalidad de vencer a sus pueblos nómadas y explotar
las minas de cobre. Además, es probable que Zoser consiguiera
ampliar su domino hacia el sur hasta la primera catarata (en
Asuán), que más tarde sería la frontera
oficial de Egipto en el sur.
Escribió libros didácticos destinados a enseñar
a sus sucesores las tareas del oficio de rey. Su nombre, que
significa 'el magnífico', no aparece en los monumentos
contemporáneos, sino mucho más tarde, en el
Periodo Medio. Se le conoció con el patronímico
de "Neterierjet" cuya traducción es 'divino
cuerpo', confirmando así que el faraón estaba
investido de un poder sagrado, por lo que todo el pueblo se
comunicaba con lo divino por medio de la "inmortalidad
del Faraón". Así, como la suerte de cada
persona está unida a la de su rey (y tal vez por esta
sola y sorprendente pero profunda razón), el rey Zoser
consagra su reinado a la construcción del complejo
funerario de Saqqara o 'morada eterna', cuyo maestro de obras
fue Imhotep.
Gracias a este sabio y arquitecto real, hijo de Kanefer (quien
desempeñaba el título de jefe de las obras del
país del sur y del norte, sacerdote de Heliópolis,
que ha pasado a la historia como una de las figuras más
importantes del Egipto dinástico temprano), se dio
el primigenio y más importante paso de la escritura,
al generalizar el uso del papiro (que se extraía de
la médula de la planta del mismo nombre), más
ligero y manejable que las piedras grabadas o la arcilla en
la que los sumerios imprimían sus cuñas.
Parece ser que fue él el administrador que salvó
Egipto de una terrible hambruna, gracias a su previsión
de almacenar grano. Los hallazgos de la "estela del hambre"
(descubierta en la isla de Sehel, región de Elefantina,
fechada en la época de Zoser), parecen confirmar al
menos que Egipto padeció hambre en esta época.
El
nombre de Imhotep, significa en antiguo egipcio 'el que llega
en paz'. También se sabe que era médico e incluso
se le atribuyen poderes mágicos: a este respecto podemos
mencionar uno de los episodios narrados en las paredes del
templo funerario de Saqqara, donde se narra como el deseo
del rey Zoser era conseguir la eterna juventud, para lo cual
su sabio Imhotep creó un completo rito mágico.
El prestigio que adquirió en su tiempo queda demostrado
en una inscripción hallada en una estatua rota de Zoser,
donde figuran los siguientes títulos: "Canciller
del rey en el Bajo Egipto”, “Primero después del rey”,
“Administrador del Gran Palacio”, “Noble Heredero”, “Gran
Sacerdote de Heliopolis”, “Carpintero, escultor y fabricante
de vasijas de piedra”. Otros documentos le atribuyen cargos
como “Jefe de justicia” “Superintendente de los archivos reales”,
“Vigilante de lo que aportan el cielo y la tierra del Nilo”,
“Vigilante de todo el país”, “Jefe de los magos”, “Portador
de las fórmulas que hacen eficaces los ritos” y “el
mayor de los videntes", o "el que ve al Grande”...
Tras su muerte fue honrado durante mucho tiempo como patrono
de los escribas y escritores, quienes al comenzar a dibujar
sus jeroglíficos, vertían unas gotas de agua
en su honor... Con el tiempo Imhotep llegó a figurar
entre las deidades egipcias, con el poder de curar y devolver
la vida. De los numerosos santuarios en su honor, destacan
los de Karnac, Deir el Bahri, Deir el Medinah y Philae. Un
ejemplo epigráfico votivo agradeciendo un favor de
tipo médico a Imhotep se encuentra en el templo del
dios Ptah, en Karnak (Tebas), muy lejos del origen cultural
de Imhotep, en Menfis:
Te saludo entrañable divinidad, ¡Imhotep hijo de Ptah! Ven a tu casa, tu templo en Tebas. Deja que la gente de esta ciudad se regocije viéndote. Recibe lo que te es presentado. Respira el incienso. Refresca tu cuerpo con una libación. (...) Los hombres te aplauden y las mujeres te veneran. Uno y todos exaltan tu bondad para que les cures, (para que) los recibas, (para que) renueves la creación hecha por sus padres. Te traen sus ofrendas. Traen para ti sus regalos. Te profieren sus alabanzas. Que tu comas las ofrendas de pan. Que tu ingieras la cerveza con tus hermanos, los viejos dioses, y alimenta a los espíritus rectos con tus sobras. (...) Traído para ti por tu hijo César Augusto (Tiberio).
Sus devotos también hacían peregrinaciones
a Saqqara, donde es probable que Imhotep fuera enterrado y
dejaban ofrendas, que solían consistir en un ibis momificado,
ave asociada con él y con Thot, dios de la sabiduría,
la escritura y el conocimiento. El profesor W. B. Emery encontró
miles de ibis en recipientes de barro en una necrópolis
de animales sagrados al noroeste del complejo de la Pirámide
escalonada. Los griegos identificaron a Imhotep con Asclepios,
el Esculapio de los romanos.
Por último, cabe destacar sólo como curiosidad
que la serpiente enroscada sobre un bastón, emblema
que ostentaba Imhotep como "tarjeta de visita" (que
luego tomo Esculapio, y que se convirtió con el paso
del tiempo en el símbolo de la medicina occidental),
es muy similar (tan sólo coincidencia) a la representación
de la molécula de A. D. N. (ácido desoxirribonucleico)
que contiene el código genético de los seres
vivos, y que se corresponde exactamente con esa espiral…
SEKHEMKHET, SEJEMJET: 2890-2884 a. C.- DINASTÍA III |
Sucesor
de Zoser, intentó superar a su predecesor construyendo
una pirámide aún mayor que la Pirámide
escalonada, pero la dejó sin acabar cuando sólo
se alzaba 8,2 m, y poco a poco desapareció bajo la
arena del desierto, por lo cual, cuando fue hallada en 1951
por el arqueólogo egipcio Zakaria Goneim, se la bautizó
como la Pirámide sepultada.
KHA’BA, JABA: 2663-2639 a. C. - DINASTÍA III |
Poco
se sabe de este faraón, sucesor de Sekhemkhet, y antecesor
de Huni, el último de esta tercera dinastía.
Algunos egiptólogos lo identifican con el rey Sedjes
de la lista real de Abidos, y hay quien también asegura
que puede llegar a ser Hudjfa, rey citado en el Papiro real
de Turín. Su nombre Horus fue el de Netjer-nebu.
Su existencia es conocida gracias a los hallazgos encontrados
como vasijas, cerámicas y un sello con su nombre. Hay
firmes sospechas que lo indican como el propietario de la
Pirámide escalonada de Zaywet el-Aryan.
SNOFRU, ESNEFRU, SORIS: 2639-2604 a. C. - DINASTÍA IV |
Este
faraón es el primero de la IV Dinastía, la más
importante del Imperio Antiguo o Menfita, y la era de las
pirámides (el tiempo más grandioso y creativo
de la civilización egipcia). Snofru era también
menfita, hijo de Huni y una reina menor llamada Meresanj I
(por lo que Manetón le consideró fundador de
una nueva dinastía). Su matrimonio con Heteferes I
(una hija de Huni y por lo tanto hermanastra suya) unió
los dos linajes y autentificó su derecho al trono.
Su nombre significa 'señor del orden cósmico'.
Las fuentes lo reconocen como rey bueno y constructor excepcional.
Snofru fue padre de Keops, y de seis hijos más con
la reina Heteferes I. Además, se cuentan a Kanofer
y quizás Ankhhaf, Nefermaat y Rahotep como hijos de
otra de sus esposas. Como curiosidad cabe decir que Heteferes
I fue la primera de la que se sabe fue embalsamada y momificada
con el uso de natrón, aunque es probable que se hicieran
experimentos anteriormente, pues resulta inconcebible que,
sabiendo la importancia que daban los egipcios a la momificación
como preparación para la entrada en el más allá,
aplicaran un método revolucionario con una reina sin
haberlo probado antes. Es probable que la reina Heteferes
fuera enterrada junto a su marido en Dahshur, pero la tumba
fue saqueada. Los ladrones fracasaron pero destruyeron el
cuerpo de la reina antes de que los guardias pudieran actuar.
Por lo tanto se decidió trasladar el equipo funerario
a Gizeh, cerca de la pirámide de su hijo, en una zona
más segura (donde se hallaron en 1925, sin ningún
rastro del cuerpo de la reina). Es probable que Keops jamas
supiera qué había pasado con el cuerpo de su
madre.
Su política interna parece haber sido dirigida al
mantenimiento de derechos de la familia real, aunque no todos
los altos funcionarios colocados en su corte eran miembros
de su familia. Él era también responsable de
cambiar la propiedad de terreno entre sus nobles, para evitar
probablemente que estos hicieran algo de gran alcance,
pero también para estimular la cultivación de
pantanos.
Snofru reforzó la administración creando la
figura del visir, que estaba en contacto diario con el rey,
dirigiendo las finanzas, todo tipo de contratos, agricultura,
obras importantes, justicia, etc. Ambos formaban el mecanismo
principal del reino y pasaba por ellos cualquier decisión
esencial.
Realizó
escasas aunque victoriosas campañas contra los libios
al oeste y los nubios al sur, que rindieron un gran botín
tanto en ganado como en hombres. También se le conocen
expediciones al Líbano, de donde trajo profusión
de troncos de cedro que utilizó para construir las
puertas de los templos y las embarcaciones. Además
la Piedra de Palermo nos habla de las campañas del
este, contra los nómadas del Sinaí, donde buscó
turquesa. Da la impresión que estuvo especialmente
vinculado a esta zona, donde ya se realizaban excavaciones
mineras desde la I Dinastía. Según una inscripción
muy posterior en Uadi Maghara, Snefru fue adorado allí
como un dios.
Fue el primero en confiar en las posibilidades del comercio
marítimo egipcio, creando dos rutas, una hacia Fenicia
y otra por el Mar Rojo, que resultaban rentables, a pesar
de las frecuentes pérdidas en gente y naves. Se cree
firmemente que fundó el campamento egipcio de Buhen
(cerca de la segunda catarata en Nubia), que posteriormente
sirvió como base para expediciones mineras y comerciales.
Durante este periodo se alcanza el cenit en la arquitectura,
el relieve y la pintura, poniéndose también
los cimientos del conocimiento, la aplicación práctica
de las ciencias naturales y la medicina, que perdurarían
hasta el periodo griego.
La creencia en Re dios del sol traspasa la religión,
la ética, el estado y la sociedad, brindando oportunidades
al hombre de trabajo y copartícipes en las grandes
empresas. Se crea el departamento de los escribas, que son
formados para servir de soporte al estado, por su ciencia
y forma de hacer las cosas, pudiendo pertenecer a este grupo
tanto personas de la realeza como personas de escalas sociales
merecedoras de ello por sus méritos. El Dios Sol elige
al rey para que como persona divina garantice el orden del
estado y cree la necrópolis.
Por último una curiosidad: en el Papiro de Westcar
(actualmente en Berlín), escrito en el periodo hicso,
se presenta a Snofru como un rey afable. Una historia narrada
por el príncipe Baufre, hijo de Keops, dice que un
día Snofru andaba por palacio profundamente aburrido
y llamó a su principal sacerdote lector, Djadja-em-anj,
para que le buscara una solución. El sacerdote le aconsejó
llevarse a las mujeres más hermosas de la corte a una
excursión en barco por el lago. A Snofru le encantó
la idea, y mandó que llamasen a las jóvenes
y que a cada una le diesen una red de pesca para cuando se
hubieran quitado la ropa. Al parecer el espectáculo
encantó al rey. Este es el primer registro escrito
donde se le da a las mallas una connotación erótica
que poseen hoy en día.
KEOPS, KHEOPE, KUFU, CHUFU, SUFIS: 2604-2581 a. C. - DINASTÍA IV |
Hijo
de Snofru y de Heteferes I, sucedió a su padre en las
riendas del poder, convirtiéndose en el segundo rey
de la dinastía IV. Keops tuvo por lo menos dos esposas:
Meritates y Henutsen; y probablemente otras dos, con una de
las cuales (de nombre desconocido), tuvo una hija llamada
Jamerarnebty, la que se llegó a casar con Kefren.
Los descendientes de Keops se dividieron en dos líneas
dinásticas: por un lado quedaron los descendientes
de Ra’djedef, hijo de la reina Meritates, con quien tuvo a
Kewab y Djedefhor (que alcanzó fama de sabio en su
época y parte de cuyas doctrinas han llegado a nosotros),
aparte de dos hijas, las princesas Heteferes II y Meresanj
II… Por otro lado, los descendientes de Kefren, hijo de la
reina Henutsen, con quien tuvo un hijo y una hija más:
Jufukaef y Jamerarnebty I. Existe asimismo otro hijo de madre
desconocida llamado Baufre (el del relato de Snefru).
Keops realizó varias reformas administrativas, concediendo
un importante poder al cargo de visir y ligándolo a
la familia real. También reafirmó su poder sobre
el clero nombrando a familiares suyos en altos puestos religiosos.
Envió expediciones al desierto de Nubia en busca de
diorita, y protegió las minas del Sinaí frente
a las incursiones de los beduinos. Inscripciones en la roca
de Uadi Maghara mencionan la presencia de tropas suyas en
la zona, sin duda con la intención de proteger las
preciadas minas de turquesa.
También en la isla de Elefantina, en la primera catarata,
se ha encontrado una inscripción ya muy gastada que
indica que el rey también se interesó por las
canteras de granito rojo de Asuán. Una estela encontrada
cerca de Abu Simbel y algunos fragmentos de un objeto de alabastro
encontrado en Byblos indican una cierta actividad comercial
con Nubia y Palestina.
Keops
fue un erudito, apasionado por la historiografía de
Egipto (buscó el número exacto de criptas de
Thot, dios de los escribas) y un gran constructor, profesión
heredada de su padre. Tuvo templos en Dendera, en el alto
Egipto y en Bubastis en el Delta.
Su obra más importante fue la construcción
de su monumento funerario, que encomendó a un nieto
del rey Snefru, primo y visir suyo, llamado Hemiunu.
La historia media del reino registrada en el Papiro Westcar,
que muestra a Snofru como hombre sabio y bueno, describe a
Keops, por regla general, como cruel y tiránico, sin
respeto por la vida (de los demás, claro), acusándolo
de empobrecer a Egipto para realizar la Gran Pirámide.
Manetón no llega tan lejos, pero sí dice que
Keops se ensoberbeció con los dioses, aunque después
se arrepintió.
RA’DJEDEF, RADYEDEF, DIODEFRE: 2581-2572 a. C. - DINASTÍA IV |
Ra’djedef
('resistente como Ra'), fue el tercer rey de la Cuarta Dinastía
y el primero en ostentar el título de "Hijo de
Re", punto en que radica su mayor interés, ya
que poco más se sabe de él.
Tuvo una única hija, Neferhotep, fruto del matrimonio
con una esposa menor llamada Jentetka. Con su principal esposa
y hermanastra Heteferes II no tuvo descendencia. Ésta
estuvo también casada con su otro hermano, Kewab, del
cual nació la princesa Merensanj III.
Ra’djedef mandó construir su complejo funerario a
9 km al norte de Gizeh, en Abu Rawash, y no en la llanura
donde está la gran pirámide de su antecesor
Keops, posiblemente debido a las desavenencias con éste.
Aun inconcluso, el templo funerario de Ra’djedef estuvo dotado
con numerosas imágenes del rey de la más alta
calidad. Murió de forma prematura.
KEFREN, JEFREN, RAJAEF, SUFIS: 2575-2546 a. C. - DINASTÍA IV |
Kefren
fue el sucesor natural de su hermano Ra’djedef, tras su prematura
muerte y su falta de descendencia masculina. Su nombre en
egipcio significa 'Ra cuando se levanta'.
Los hijos de Kefren fueron Micerinos, que le sucedería
en el trono, y Jamerar-nebty II. En un intento por reunificar
las dos ramas de la familia, contrajo también matrimonio
con su sobrina, Meresanj III, hija de Heteferes II y Kewab,
pero este matrimonio no tuvo descendencia.
El reinado de Kefren no parece estar marcado por ningún
acontecimiento histórico de importancia, pero se lo
recuerda por ser un gran constructor ya que realizó
un monumento grandioso.
El país debió ser muy próspero durante
su reinado, como muestran las espléndidas mastabas
de los nobles de su corte. En la tumba del príncipe
Nekure, hijo del rey, está grabado en la pared el testamento
del difunto, el único que se conoce de ese reinado.
En él lega catorce ciudades a sus cinco herederos:
los nombres de once de ellas llevan incorporado el de Kefren
y los otros tres son ilegibles.
MICERINOS, MENKAURE, MENQUERES: 2539-2511 a. C. - DINASTÍA IV |
Del
rey Micerinos ('eterno como el alma de Ra') no se tiene prácticamente
ningún dato histórico, aunque sí ha llegado
hasta nosotros una serie de retratos, principalmente estatuas
en compañía de su esposa o en tríadas
rodeado de mujeres, que son una diosa y un símbolo
en forma de mujer, conservadas en el museo de Boston.
Aparentemente, debió afrontar problemas políticos
internos, provocados por la enorme presión sobre los
recursos económicos y humanos que supusieron las obras
de su padre y de su abuelo.
Nos ha llehado de él una serie de fábulas sin
fundamento alguno, por ejemplo la que dice que Micerinos fue
castigado por los dioses por ser demasiado piadoso, ya que
estaba escrito que Egipto debía pasar ciento cincuenta
años de penuria, como los de los reinados de Keops
y Kefren, que explotaron al pueblo con sus obras megalíticas.
Así, un oráculo de la ciudad de Buto le dijo
que como castigo a su bondad sólo reinaría seis
años enteros. Micerinos, primero enfadado y luego resignado,
se dedicó a disfrutar al máximo día y
noche, intentando desmentir al oráculo viviendo doce
años en el tiempo de seis. Al parecer la profecía
se cumplió y Micerino murió a los seis años
de la profecía.
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