No voy a cometer el craso error del triunfito almeriense David Bisbal al
compadecerme de los egipcios,que por culpa de su primavera de nunca
acabar, ven mermado su turismo,primera fuente de ingresos del país de
los faraones.Admirar los restos de sus antiguos monumentos,desde la
enigmática esfinge hasta los tesoros de Tut-Ank-Amón que tan celosamente
guarda en el Museo de antigüedades egipcias de El Cairo el Indiana
Jones cairota el doctor Sahi Hawas.Han vuelto a la plaza Tahrir
descontentos de cómo "no evoluciona" su democracia.La junta militar
quiere seguir controlando la situación del país entre el descontento de
la población más joven,que dicha sea la verdad,no sabemos hacia dónde
apunta,si a una democracia más occidental o a un fundamentalismo
islámico.(Por las imágenes que nos llegan de allí,no parece muy
alentador el panorama,la mujer sigue sin tener voz ni voto). Grecia
también ha padecido recientemente y por otros motivos la violencia hacia
su turismo,con las huelgas salvajes provocadas por la crisis
europea.Han vuelto a temblar las columnas del Partenón,y las ruinas
milenarias han sido mucho más ruinonas,pues ha dejado de generar
beneficios.Pero con el devenir del tiempo el problema se agrava en los
países islámicos,donde por lo visto,el remedio va a ser peor que la
enfermedad.Me viene a la memoria los días en que fué depuesto el Sha de
Persia,Mohamed Rezah Palevi y triunfaron los ayatolahs.Lo mismo puede
suceder con la marcha de EEUU de la antigua Babilonia.Porque lo más
"democrático" a lo que aspiran de cara a la galería,es a gobernar con
los Derechos universales del hombre en una mano y en la otra el
Corán.Aunque ahora,en España,con el nuevo gobierno,cierto
fundamentalismo puede que se vuelva a instalar entre nuestros
gobernantes,a saber, el tema del aborto,la educación religiosa,la
cuestionada unión entre personas del mismo sexo...El mundo árabe está en
continua ebullición,tratando de poner orden en el caos generado por las
dictaduras que han padecido.Esperemos,que triunfe la razón y no la
intolerancia ni el fundamentalismo,que sólo producen odio y es el germen
de las guerras.Rafa Gassent.
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