Con
la unificación del territorio egipcio y la fundación de la XVIII
Dinastía por Amosis I, comenzó el Imperio Nuevo (1570-1070 a.C.). Amosis
restableció los límites, los objetivos y la burocracia del Imperio
Medio, y reactivó su programa de aprovechamiento de la tierra. Mantuvo
el equilibrio de poder entre los nomarcas y él mismo con el apoyo del
ejército. La importancia de la mujer en el Imperio Nuevo se ilustró por
los altos títulos y la destacada posición de las esposas y madres de los
faraones.
Una vez que
Amenhotep I (reinó en 1551-1524 a.C.) tuvo pleno control sobre su
administración, fue co-regente durante cinco años y comenzó a extender
los límites de Egipto hacia Nubia y Palestina. En una gran construcción
en Karnak, Amenhotep, al igual que sus predecesores, separó su tumba de
su templo funerario e inició la costumbre de ocultar su última morada.
Los Faraones
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Tutmosis I continuó los avances del
Imperio Nuevo y reforzó la preeminencia del dios Amón; su tumba fue la
primera en construirse en el Valle de los Reyes. Tutmosis II,
hijo de su última esposa, le sucedió, casándose con la princesa real
Hatshepsut para consolidar su pretensión al trono, manteniendo los
éxitos de sus predecesores. Cuando murió en el 1504 a.C., su heredero,
Tutmosis III, era todavía un niño, por lo que Hatshepsut gobernó como
regente; un año después coronó faraón a Tutmosis, y desde entonces madre
e hijo gobernaron conjuntamente. Cuando Tutmosis III se convirtió en el
único soberano tras la muerte de Hatshepsut en 1438 a.C., reconquistó
Siria y Palestina, que se habían separado con anterioridad, y continuó
la expansión territorial del Imperio; sus anales en el templo de Karnak
constituyen la crónica de la mayor parte de sus campañas. Casi 20 años
después de la muerte de Hatshepsut, ordenó la eliminación de su nombre y
sus imágenes de todos los edificios donde habían sido inscritos.
Amenofis II (reinó en 1453-1419 a.C.) y Tutmosis IV intentaron mantener
las conquistas en Asia a pesar de los intentos de expansión de los
reinos de Mitanni y de los hititas, aunque precisaron entablar
negociaciones y usar la fuerza.
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