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Mitología
Seth y Horus protegiendo al faraón. Relieve en Abu Simbel.
La historia de Horus y Seth podría indicar que en el antiguo Egipto existía una imagen de la homosexualidad similar a la existente en muchas culturas orientales. Las relaciones homosexuales son aceptadas para el homosexual activo (asociado a lo masculino), mientras que el pasivo (asociado a lo femenino) es despreciado.
Registros históricos
Del Imperio Antiguo (dinastía V, hacia 2500 a. C.) proviene la mastaba decorada de Nianjjnum y Jnumhotep, altos funcionarios de la corte. Ambos hombres estaban casados y tenían hijos, pero están representados varias veces íntimamente abrazados.2 Mientras una parte de los investigadores ve en la pareja una relación homosexual, estudios más recientes hablan de que se trata de gemelos, e incluso de siameses. La cuestión de la interpretación deberá quedar, de momento, abierta.Si se interpreta la representación de Nianjjnum y Jnumhotep en su tumba como una pareja homosexual, es posible que la sociedad egipcia aceptara la homosexualidad que se realizara de común acuerdo.
Del Imperio Medio (c. 2000 a 1700 a. C.) provienen dos obras literarias que tienen claramente como tema la homosexualidad. El texto de El demandante de Menfis, conservado de forma fragmentaria, sólo en copias posteriores, cuenta la historia del general Sasenet y el rey Neferkara (nombre de trono, el nombre de nacimiento era Pepy). El rey iba todas las noches a la casa del general y tiraba una piedrecilla, el general descendía una escalera, tras lo que «su Majestad hacía lo que quería», lo que en textos egipcios antiguos es una perífrasis para la actividad sexual. El rey es observado por alguien en sus correrías nocturnas. No se conserva más de la historia, pero da la impresión de que el texto critica la actuación del rey. Si estas críticas están relacionadas con la homosexualidad de las acciones, o con el estatus social del amante, no se puede saber.
No existen otras fuentes claras para la homosexualidad en el antiguo Egipto. En el Libro de los muertos hay un fragmento que se puede interpretar como una condena a la homosexualidad («no yazcas con un yacedor»), pero la traducción y la interpretación es demasiado vaga para extraer conclusiones seguras. Este fragmento del Libro de los muertos, que pertenecía a una mujer, ha sido interpretado como una condena al lesbianismo, pero la interpretación no es demostrable. Finalmente, existen algunas representaciones eróticas, que quizás representen relaciones homosexuales entre hombres, pero estas representaciones no son lo suficientemente detalladas y, por lo tanto, no son seguras.
Jem ḥm «marica», «cobarde» en jeroglífico |
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