sábado, 1 de septiembre de 2012

DESCUBRE DOS NUEVAS PIRAMIDES


De Angela Micol se puede decir que es la Indiana Jones moderna y 2.0. En lugar de un látigo y un sombrero, sus armas de arqueóloga son un teclado y un ratón, pero sus hallazgos son igual de impresionantes y su aventura acumula ya un buen número de entregas.
La última le ha llevado hasta el Antiguo Egipto en un viaje de diez años tras la pista de las misteriosas pirámides faraónicas. ¿Montada en un jeep? No, surfeando en la red a lomos del satétlite de Google Earth.
Micol ha descubierto dos áreas en la cuenca del Nilo que podrían ocultar milenarias pirámides desconocidas. ¿Y cómo es posible que nadie se hubiera percatado de su presencia hasta ahora? Pues porque, al contrario de lo que podría parecer, ni siquiera el 1% de las ruinas del Antiguo Egipto han sido excavadas.
Los suyos no son hallazgos cualquiera. Una de las formaciones detectadas por Micol, una meseta triangular de 190 metros de extensión, podría albergar una pirámide aún mayor que la de Guiza, la más grande descubierta hasta la fecha.
En la segunda zona, de menor tamaño, se alzan cuatro montículos piramidales que van de los 80 a los 100 metros.
Pero, más allá de la talla de estas edificaciones, lo que más sorprende es su localización. Hasta el momento prácticamente todas las pirámides conocidas se encuentran en los alrededores de la actual ciudad de El Cairo, en la Meseta de Guiza. Sin embargo, las que ha localizado Micol están a bastante distancia, la primera a 20 kilómetros de la ciudad de Abu Sidhum y la segunda 200 kilómetros más al norte.
Para que el descubrimiento termine de confirmarse falta una exploración sobre el terreno, pero esta joven exploradora está convencida de la autenticidad de sus hallazgos.
 “Las imágenes hablan por sí mismas”, ha asegurado con rotundidad a un diario australiano. “Es obvio lo que los emplazamientos pueden contener, aunque la investigación sobre el terreno será necesaria para verificar que verdaderamente se trata de pirámides”.
Como decíamos, esta no es la primera aventura de la intrépida Angela Micol, que recoge en un blog los numerosas y deslumbrantes perlas arqueológicas que ha ido encontrando en sus particulares 'prospecciones' a través de Google Earth. Por ejemplo, ha utilizado esta herramienta para encontrar lo que podría ser una ciudad debajo del agua en la península mejicana de Yucatán.
Tampoco es la primera vez que alguien da con el paradero de una pirámide desconocida en las desérticas llanuras egipcias. El pasado año la arqueóloga Sarah Parcak anunció el descubrimiento de 17 pirámides, 3.100 asentamientos antiguos y más de 1.000 tumbas. Pero ninguna era tan grande como la que ha creído ver Angela.
Veremos si su búsqueda de película se queda en un bonito relato de ficción o graba el nombre de esta aventurera digital en las páginas de la historia.

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