martes, 31 de enero de 2012

Tutankamon

Surge nueva teoría acerca de la muerte del faraón

Tutankamón no fue asesinado...
¡se cayó de un caballo!

Después de más de 3.000 años es posible que los científicos hayan descubierto - a través de una tomografía computarizada - el motivo de la muerte del joven faraón egipcio: se cayó de un caballo, se quebró el fémur izquierdo, y la herida se le infectó hasta terminar en un cuadro de septicemia.

Su reinado no dejó mucho para la historia. Pero su fama le llegó en el siglo XX, cuando su tumba fue encontrada intacta por el arqueólogo Howard Carter, en el Valle de los Reyes, en el año 1922.



Hace más o menos un año, la momia de uno de los faraones más conocidos del antiguo Egipto fue analizada por un equipo de radiólogos que consiguió imágenes digitales de su rostro. Fue la cuarta vez que se examinó en detalle el cuerpo momificado de Tutankamón, desde que el arqueólogo Howard Carter encontró su tumba intacta en el Valle del Nilo, en el año 1922. Uno de los descubrimientos más importantes de todos los tiempos.

Esa vez, se intentó determinar la causa de la muerte del joven faraón, uno de los grandes misterios de la historia del Antiguo Egipto (ver recuadro).

Los arqueólogos habían abierto por última vez la tumba en 1968, cuando un examen de rayos X reveló unas astillas de hueso en su cráneo. Esto aumentó las especulaciones de que el faraón había muerto por un golpe en la cabeza. Su alto sacerdote y el jefe del ejército fueron señalados como los principales sospechosos.

Pero siguen surgiendo historias y descubrimientos en torno a las causas de su muerte. La última: habría muerto tras caerse de un caballo. De esta forma, y luego de más de 3.000 años de misterio, todo indicaría que el motivo de su deceso podría haber sido un accidente de equitación.

¿Cómo se pudo saber esto?... Gracias a los avances de la ciencia, específicamente por un análisis de la momia por medio de una tomografía computarizada que - luego de su análisis - estableció que es muy probable que Tutankamón se haya quebrado el fémur de la pierna izquierda al caerse de un caballo. Luego del accidente, la herida abierta habría provocado una septicemia que, al parecer, causó su muerte.

Con la ayuda de esta tomografía computarizada, los científicos lograron conseguir 1.900 imágenes tridimensionales de la momia de 1.65 centímetros de altura.

En opinión de los científicos, fue una fractura mortal. La herida desgarró una importante arteria, una herida común entre los jinetes. Sin antibióticos y sin ninguna operación, el faraón puede haber muerto en un lapso de pocos días por una septicemia.

La otra opción es que la fractura hubiera provocado un coágulo de sangre que desembocó en una embolia. Pero en cualquiera de los dos casos, la muerte del faraón se habría producido una semana después de aquélla herida fatal.

Tecnología de Rayos X
Los últimos y más recientes exámenes al cuerpo de la momia se han realizado a través de una tomografía computarizada, la cual arrojó imágenes tridimensionales de rayos X de los restos de su cuerpo.
La momia estaba en muy malas condiciones, debido a las herramientas que Carter utilizó para separar la máscara dorada, uno de los tesoros más conocidos que se encontraron en la tumba. De hecho, la máscara y otros objetos funerarios permanecen hasta hoy en el Museo de El Cairo.
El scanner al cuerpo de la momia mostró que el cráneo estaba intacto y el resto del cuerpo en mal estado. Los dedos de sus pies y de sus manos, así como ciertos huesos de su cara, se pudieron ver dentro de una caja que los protege.
La momia se retiró brevemente de su tumba. De acuerdo a los especialistas, necesita conservar la temperatura interior del sarcófago, por lo cual insertaron en él un aparato que garantizará en el futuro las condiciones ideales de temperatura y humedad.
Ha sido la primera vez desde la apertura de su tumba que se realiza una imagen digital del rostro de Tutankamón, la cual muestra sus rasgos precisos. En total se tomaron 1.900 imágenes de sus restos ¡en 15 minutos!.
La idea es descubrir el misterio de la muerte del faraón, así como también su linaje real y su edad exacta. Se ha dicho que Tutankamón tenía 17-18 años al morir.
Para evitar largos traslados, el trabajo se realizó en el Valle de los Reyes, cerca de la ciudad de Luxor, en el sur del país. Se llevó una camioneta equipada con la tecnología de punta.
Tutankamón fue sepultado en un sistema de tres sarcófagos, encastrados uno dentro del otro. Uno de ellos es de oro macizo.

El asesinato por parte de uno de sus consejeros parecía la tesis más aceptada. Decenas de pruebas hechas a la momia entre 1968 y 1978 descubrieron huesos rotos en el cráneo. Un dato que incluso reafirmó la teoría del asesinato.

Con este sistema de tomografía mucho más avanzado, se descubrió que esta rotura del fémur se produjo antes de que el faraón fuera momificado. Las demás fracturas que se encontraron en su cuerpo se deberían a un traslado inadecuado de los restos y a una manipulación más bien tosca de los éstos en alguna de las pruebas que les realizaron.

La cosa es que en el fémur, la resina líquida que utilizaron los momificadores para embalsamar el cadáver formó un reborde sobre la parte de la fractura, lo que indica que el hueso ya estaba roto antes de aplicar el procedimiento.

Habría sido imposible detectar el reborde de resina con una radiografía común. La ventaja de la tomografía computarizada es que muestra imágenes de menos de un milímetro de espesor. Y las muestra en tres dimensiones, con alta resolución y alto contraste.

Un dato: la investigación del motivo del deceso prematuro del faraón ocupa a los arqueólogos desde hace casi un siglo.


Tutankamón bebía vino... y no de cualquiera

Tutankamón bebía vino, y no cualquier vino, ya que tomaba de las mejores cepas. ¿Cómo se supo esto?. Sucede que arqueólogos españoles analizaron los residuos de manchas en vasijas halladas en la tumba del gobernante (propiedad del Museo Británico y el Museo Egipcio de El Cairo).

Cuando Howard Carter descubrió la tumba encontró 26 ánforas de vino con diferentes inscripciones, ya que el faraón, que murió en el 1352 AC fue enterrado junto a esta bebida para que lo acompañase en su tránsito a la otra vida.

Hasta la fecha no se había podido determinar exactamente qué tipo de bebida contenían dichas vasijas, pero a través de una moderna técnica que utiliza cromatografía líquida con espectrografía de masa, se pudo establecer que se trataba nada más ni nada menos que de vino tinto, una bebida de extremo lujo en el antiguo Egipto.

Los científicos lograron identificar ácido siríngico en los restos de las ánforas de Tutankamón, el cual es liberado cuando se descompone la maldivina, que se encuentra en el vino tinto. Además, el resultado del estudio, que duró tres años, reveló que el joven faraón consumía vinos elaborados con técnicas muy similares a las de hoy en día.

La importancia política, social y religiosa del vino en el Antiguo Egipto siempre ha sido muy conocida y, por lo mismo, documentada en un sinnúmero de inscripciones, pinturas murales y representaciones iconográficas. ¿Quiénes eran los privilegiados con esta bebida?... los faraones, sus familiares, sus ministros, sus generales, los sacerdotes, las clases acomodadas y también el pueblo llano.

El vino estaba situado entre las bebidas más preciadas, muy por delante de la cerveza, cuyo costo era diez veces menor. Y en la mayoría de los casos, las viñas eran propiedad del faraón y de los templos. En las tumbas se depositaban ánforas de vino como ofrenda para que el muerto pudiera disponer de ellas también en el "Más Allá". Durante el Reino Nuevo (1543 -1078 AC), las ánforas se identificaban de manera similar a como se hace con las etiquetas de los vinos actuales.

Así, ofrecían la información relativa al producto que contenían: el año de elaboración, la zona de producción y la propiedad, la calidad, y también el nombre del viticultor responsable. Se identificaba al producto como vino, pero nunca se anotaba qué tipo de vino era, es decir, blanco o tinto.

¿Quién fue Tutankamón?

No era más que un niño de diez años cuando fue convertido en esposo de Eneckhes-en-pa-Aton. Tutankamón era yerno del faraón Akenatón, que murió sin dejar hijos varones. Por ello le sucedieron sus yernos, Semenkera y Tutankamón.

Hasta la muerte de su suegro, Tutankamón llevó el nombre de Tutankatón, en honor del dios solar Atón, cuyo culto había impulsado Akenatón con carácter casi monoteísta.

Tres años después de acceder al trono, el nuevo faraón - que era apenas un adolescente - restableció el culto tradicional y el poderío de los sacerdotes de Amón, muy debilitado en el reinado anterior.

Además, devolvió la capitalidad a Tebas y se estableció en ese lugar, abandonando la capital creada por Akenatón en Amarna. Para simbolizar estos cambios sustituyó su propio nombre por el de Tutankamón, que significa "la viva imagen de Amón".

Cuando Tutankamón murió - supuestamente tras mostrar una clara oposición a las persecuciones realizadas en contra de los partidarios de Atón - se puso fin a la XVIII dinastía egipcia. Fue sucedido en el trono por Ay, un alto funcionario de la corte de Akenatón, tras desposarse con la joven viuda del rey.

Tutankamón gobernó durante un período muy confuso y complicado en la historia de Egipto, que comenzó poco tiempo después de la muerte del faraón Akenatón, en el 1362 Antes de Cristo, y habría fallecido justo cuando llegaba a su vida adulta (17-18 años) debido a un motín palaciego... según lo que se decía hasta antes de las investigaciones de los radiólogos.

Su importancia le llegó muchos siglos después y radica en que su sepultura fue la única que permaneció sin saquear hasta la edad contemporánea. A eso se suma la conocida "Maldición del Faraón", un misterio que ha rodeado a Tutankamón desde aquel año 1922. La maldición dice que la mala suerte rodeará a quienes hayan profanado la tumba del faraón... y parece no ser tan disparatada.

Lord Carnarvon, patrocinador de Howard Carter, y uno de los primeros en entrar a la tumba, murió poco tiempo después debido a una infección de una picadura de mosquito.

Los períodicos de la época dijeron que Carter había liberado una maldición faraónica que mató a Carnarvon y a otras personas vinculadas con el descubrimiento. Sin embargo, los científicos sugirieron que una enfermedad que permanecía adormecida en la tumba pudo haber matado al aristócrata británico.

El egiptólogo Zahi Hawas, quien supervisó el cuarto examen a la momia, dijo que no podía descartar la leyenda de la maldición, ya que cuando la abrieron, ocurrieron muchas cosas extrañas: casi hay un accidente automovilístico, el viento sopló en el Valle de los Reyes (donde se encuentra la tumba), y la computadora de tomografías dejó de funcionar durante dos horas.





Fuentes: El Mundo Vino - Reuters - El Observador - Períodico A.M. - La Razón - El diario de Yucatán -
El Universal
- Paralibos - Biografías y vidas - Vi - E - ABC - Milenio - Ideal -
Fotos:
Wikipedia - Educación 123
05/12/2006

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